El Bada Huesca acaba de perder contra el Valladolid en el Palacio de los Deportes. Y lo ha hecho víctima de errores propios, con fallos desde los 7 metros, en contras diáfanas, perdiendo algún balón claro y por factores externos. No es un día para que la pareja arbitral celebre su juicio durante los 60 minutos con la satisfacción del trabajo bien hecho. Ya se sabe que este deporte es muy subjetivo, pero, quizá, no tanto. Eso sí, no es excusa para encapsular las razones de la derrota de los de Nolasco. Han perdido principalmente por fallos donde no se puede perdonar.
Al Bada le faltaba en ataque dar continuidad atrás. Si robaba una bola en defensa o paraba Arguillas arruinaba la esperanza ante Pérez, portero del Valladolid. Un lanzamiento bisoño de Gucek, dos contras erradas de Adrià y Benites, respectivamente, un 7 metros fallido de Carmona, malas elecciones de pase de Dijà. Eso que te impide conectarte con el rival en el electrónico y, sobre todo, coger el viento a favor y disipar esperanzas en el siete ajeno. Y se quiera o no, cuando suceden esas cosas, el portero rival se agiganta en la misma proporción que tú te achicas.
Otra pérdida en ataque y la exclusión de Gucek volvieron a dar vida a Valladolid. Y, cómo no, salió lo de siempre: la trinchera del Bada para sujetarse en el encuentro. Adrià se puso el casco y Arguillas la cadera para evitar el gol del siete castellano con lo que impedía que el rival se agigantara. Si los 13 primeros minutos había sido (casi) un concierto de ataque, ahora la batuta la llevaban las defensas con el capitán del Bada y Pérez, en el otro lado, frenando los lanzamientos.
Bada quitó su 6:0 y puso a Malo en el adelantado. La dirección recayó en Ignacio Suárez y los extremos para Ian y Hachbarth, con Mosquera en el lateral derecho. En esta ocasión, el brasileño marró la contra que le hubiera permitido a Bada ponerse por delante, lo mismo le ocurrió con el 12-12 y el paló abortó que su equipo mandara de 2 con 13-12 en el electrónico. Hay una cosa clara, quien escribe el guión de los partidos de esta Asobal desprecia el sosiego y la mesura. La tensión va de principio a fin.
Valladolid defendía en 6:0 y con la misión de no hacer un solo amigo sobre la pista. Y cuando además detectas que puedes ir al filo del límite permitido, pues genial. Especialmente cargó contra Montoya, que, aún así, volvió a sacar goles y siete metros. Arrancó el segundo acto mejor para el Bada que como lo empezó hasta que se diluyó demasiado pronto. Y Montoya a lo suyo. Es tremenda la tracción del `pivote hasta con dos tipos con más kilos y centímetros agarrándolo. En la otra costa, el pivote Álvaro Lobato, también encontraba el camino a las redes de Arguillas para firmar un gran encuentro.
Y luego, la subjetividad arbitral. Un 7 metros que parecía claro que había provocado Montoya se pasó por alto, un rechace que se lo dan a Valladolid en ataque, un 7 metros que le dan a los castellanos con amarilla para Nolasco… y Arguillas que evita el empate. Sin llegar a los 10 minutos de la segunda parte, la pareja arbitral había decidido coger el foco del protagonismo. Para hacérselo mirar. Nolasco paró el reloj con 18-19 y Martínez Aguirre la lió porque no embridó su genio. Las había tenido con Montoya, vio la exclusión tras placar a Ignacio Suárez con el que se encaró y elevó varios grados la temperatura del Palacio.
El partido se enredó y cuando vas abajo en el marcador eso nunca es bueno. El Bada perdía por la concatenación de errores, propios y ajenos, sumado a que el portero del Valladolid estaba de dulce. Con 20-22 se entró en los trece últimos minutos y la exclusión de Mosquera. Desde luego, el rasero no era el mismo. Con pasivo, Valladolid metió el gol 26 tras cinco pases cuando la norma lo limita a cuatro.
A los cinco últimos minutos se entró con Bada presionando sobre todo el 40×20, Valladolid con Pérez firmando un partido estelar y con Álvaro Lobato, igual que en los 55 minutos anteriores. Así, hasta empatar era un imposible, pese a que se intentó. La derrota nunca entra en los planes y caer contra el Valladolid, en casa, menos.
Ficha técnica
Bada Huesca: Arguillas (p), Carmona (5), Père Arnau (1), Dijà (3), Rodrigo Benites (1), Gucek (2), Adrià Pérez (2). Siete inicial. Terçariol (ps), Ian Moya, Montoya (7), Mosquera (1), Íñigo Suárez (4), Miguel Malo (2), Hackbarth (2), Floris, Fran Rubio.
Valladolid: Pérez (p), Borja Méndez (5), Dimitrievski (2), Miguel Lobato (1), Álvaro Lobato (12), Dimitrioski (1), D’Antino (5). Siete inicial. Lamariano (ps), Oliveira, Alex Pisonero (1), Pedro Martínez (1), Soriano, Camino de la Cal, Petter (1), Pascual (2), Toledo (1), Herrero.
Parciales cada cinco minutos: 4-5, 7-8, 8-8, 11-11, 13-12, 15-14 (descanso) 17-15, 18-18, 19-21, 22-24, 24-27, 30-32.
Árbitros: Mata/Bustamante. Excluidos Gucek, Ian Moya, Mosquera por el Bada Huesca; Dimitresvski (2), Soriano, Álvaro , Toledo por el Valladolid.
Incidencias: Montoya recibió un trofeo por el mejor gol de la Asobal de la pasada temporada.