HUESCA | Rafa Sanz se mostró orgulloso tras la derrota del Peñas contra el Albacete de haber peleado “de tú a tú” con uno de los mejores equipos de la Liga. Ya lo advirtió en la previa del potencial de los manchegos y le ha faltado muy poco para conseguir una victoria de quilates. El 65-61 es fiel reflejo de lo visto sobre el parquet. El Albacete sigue a martillo pilón y firma cinco victorias en sus últimos cinco encuentros. La falta de acierto en determinados momentos fueron la losa del Peñas para no llevarse el encuentro. Rafa Sanz puso de entrada a Rubín de Celis, Nogués, Stümer, Martín Iglesias y Tomás Chapero.
El partido arrancó vibrante, con dos equipos aferrados a una alta intensidad defensiva. La faceta anotadora recaía por parte albaceteña sobre el escolta Jacobs y por parte peñista en Tomás Chapero. Entre ambos anotaron los 13 primeros puntos del partido (7 y 6, respectivamente). El partido tenía mucho ritmo y los pupilos de David Varela metieron una marcha más liderados por Jacob y Martín. Eso permitió abrir una importante diferencia (21-9) con Lobe atascado al fallar tiros cómodos.
Lo lógico era que el partido se fuera por el sumidero para los intereses del Peñas. Y hubo reacción nada más iniciarse el segundo cuarto. Dos muy buenas acciones con cortes por la zona de Solá y Malo desde lado débil a fuerte provocaron dos canastas que despertaron a los altoaragoneses y obligaron a David Varela a pedir su primer tiempo muerto. El equipo ponía en práctica todo aquello que Rafa Sanz insistía en la previa: intensidad defensiva, rebote y pocas perdidas. Scariolo y Rubín de Celis movían con frescura el balón en ataque y a pesar de que los triples no entraban emergía la figura de Malo en ataque que se hacía fuerte bajo el aro rival.
El partido se movía por rachas y los quintetos cerraban la primera parte con un ajustado 39-36. El choque se reanudó con otra brillante acción a aro pasado del escolta norteamericano Jacobs. Stümer sufría mucho para contener los arreones del escolta, y era habitual que, hasta dos jugadores oscenses salieran a la ayuda del escolta peñista para tratar de frenar al habilidoso Jacobs.
Lobe se cargó pronto con faltas. En solo 3 minutos el equipo entró en bonus y los locales visitaron con frecuencia la línea de tiros libres, aunque para fortuna de los de Sanz con escasa rentabilidad. Dos técnicas consecutivas al banquillo local sacaron al Albacete, de forma momentánea del partido y Lobe firmó tres triples -uno de Bastante y dos de Stümer- para ponerse a 2 (54-52). el problema es que no terminó de ponerse por delante el el electrónico lo que era vida para su rival.
Con todo por decidir el Pabellón del Parque vivía su último y más emocionante acto. Los dos equipos arrancaban con muchos fallos. Malo abría el cuarto con una canasta, tras rebote ofensivo habiendo trascurrido dos minutos de juego. Los locales salían algo despistados pero Lobe no aprovechaba esa circunstancia para acercarse más. El ex peñista Diego de Blas y Rubín de Celis intercambian golpes a base de triplazos que dejaban el marcador en 64-57 con 3 minutos por jugarse. Todo todavía por decidirse, con canastas vitales y defensas exigentes, el duelo estaba en un pañuelo. Albacete optó por ataques largos, que no daba sus frutos, y Lobe no encontró a un jugador de referencia que aportase puntos. Los instantes finales fueron raros, sin faltas y sin pararse el cronómetro para desembocar en el tanteador final 65-61.