Vienen tres semanas muy complicadas para la SD Huesca y, ante el Tenerife, se presentaba la oportunidad perfecta de asentar el cambio y comenzar a mirar, de nuevo, hacia arriba en la tabla. Era el mejor momento para hacerlo, con El Alcoraz a rebosar ante la vuelta del 100% del aforo -aunque no se logró el récord de asistencia ansiado-.
El ambiente se notó y, sobre todo, se contagió a los jugadores azulgranas que comenzaron el partido con una gran intensidad, esa que tanto había desaparecido en las últimas jornadas. El dominio local era absoluto frente a un conjunto canario que tuvo su primera mala noticia en apenas 5 minutos cuando Enric Gállego tuvo que marcharse lesionado del terreno de juego.
Los de Ambriz comenzaron a acercarse peligrosamente a la portería de Soriano y Jorge Pulido avisó con un gran remate de cabeza que fue directo a la red pero el linier anuló el gol por fuera de juego. Sin embargo, cinco minutos después sí subiría el 1-0 al electrónico. Un error garrafal de los visitantes dejó a Joaquín –que sustituía al lesionado Ferreiro– completamente solo ante el guardameta rival para superarlo sin problemas y hacer se segundo tanto particular de la temporada.
Primeras grietas
Las sensaciones y el gol conseguido prometía una tarde feliz en el feudo oscense pero rápidamente el Tenerife se encargó de devolver a la SD Huesca a la realidad. Tres minutos después, una buena jugada de Shashoua y una maniobra espléndida de Corredera para romper a Pulido y superar a Andrés devolvió las tablas al marcador.
El conjunto altoaragonés no bajó los brazos pese al jarro de agua fría y siguió achuchando el área rival. En los últimos instantes previos al descanso, una doble ocasión pudo hacer el 2-1 pero Soriano se vistió de santo para evitar el remate de Escriche y el posterior disparo de Pitta. El equipo había conseguido encontrar el rumbo adecuado y debía seguirlo en la segunda parte si quería lograr la victoria.
Como un castillo de naipes
El técnico mexicano sorprendió con un doble cambio en la reanudación del partido quitando a Nwakali y a Juan Carlos por Mosquera y Florian Miguel, para buscar una mayor control en el centro del campo. Irónicamente, el segundo tanto de los tinerfeños fue otro fallo escandaloso en la salida de balón del Huesca. Los azulgranas se rifaron el balón y Shashoua aprovechó para cazar el balón y firmar el tanto de la remontada.
Aunque el ritmo se relajó y el murmullo comenzó a resonar en El Alcoraz, el conjunto altoaragonés intentó volver a remar, esta vez a contra corriente. Un disparo lejano de Florian Miguel, un remate de Escriche, otro intento de Joaquín… Poco a poco los azulgranas fueron volviendo a creer en el gol, aunque este no llegaba y acabó sin llegar.
Paso hacia atrás de la SD Huesca con la derrota ante el Tenerife que, lo peor de todo, no sorprende. Mucho margen de mejora que debe llegar cuanto antes, previo al derbi aragonés y al enfrentamiento contra el Girona. De volverse a colocar en los puestos altos de la clasificación, a desengancharse por completo. Esta es la Segunda División y, precisamente por eso, todavía no hay que perder la esperanza. Hay tiempo de reconstruir el muro, reafirmar la identidad y recuperar la mejor versión de aquellos jugadores que deben ser importantes.
Ficha técnica
SD Huesca: Andrés; Marc Mateu, Ignasi Miquel, Pulido, Ratiu (Buffarini, 82′); Seoane, Nwakali (Mosquera, 45′), Juan Carlos (Miguel, 45′); Joaquín (Gaich, 72′), Escriche (Lombardo, 82′), Isidro Pitta.
Tenerife: Soriano; Muñoz, León (Sergio González, 88′), Ruiz, Mellot; Míchel Herrero (Mollejo, 72′), Sanz; Shashoua, Elady (Larrea, 72′); Corredera (Sipcic, 88′) y Enric Gallego (Jamelli, 9′).
Goles: 1-0, Joaquín, min. 30. 1-1, Corredera, min. 33. 1-2, Shashoua, min. 57.
Árbitro: González Esteban, Jon Ander amonestó a Rubén Díez (9′), Nwakali (45′), Joaquín (50′), Elady (50′), Michel Herrero (67′), Shashoua (91′).