Ya se sabe que Nolasco como cualquier otro entrenador de cualquier otro deporte tiene claro que el resultado de los amistosos no sirve para nada, que lo que gusta son las sensaciones que se captan del juego desplegado. Bueno, eso siempre que se pierde. Cuando se gana, tampoco se le da más importancia, pero está claro que en el deporte profesional a todo el mundo le gusta ganar y nadie quiere perder. Ni a las canicas. El Bada Huesca ha cerrado esta tarde su periplo en tierras francesas, en el Torneo Châtellerault, y lo ha hecho con otra derrota. En este caso contra el USDK Dunkerque por un claro 26-14.
Al término del encuentro, Nolasco señaló que el objetivo de este segundo partido era no cometer los errores cometidos en el primer encuentro. Dunkerque no es precisamente un bloque sencillo de superar y todo se hace más difícil cuando no se finalizan las jugadas. Vuelve ese fantasma de la liga doméstica donde en ocasiones el juego del Bada se atasca cuando no puede correr o ganar a plenitud la línea de 6 metros. La primera parte acabó con 8 tantos en el casillero del Bada producto de los fallos en el lanzamiento ante un rival que cerró el primer acto con un 12-8 en el marcador lo que también dejó la derivada de que la defensa del Bada estuvo muy seria.
El segundo acto dejó un dato que resume lo sucedido: dos goles en veinte minutos. Y una derivada peor como es que la falta de acierto desesperó al bloque y eso se tradujo en bajar brazos de forma individual “y eso no es de recibo”, aclaró el preparador del Bada tras el partido. “Tenemos que ser un equipo y ser competitivos en todo momento”, recalcó Nolasco sin esconder su enfado por lo visto sobre el 40×20.