Corría el 10 de julio cuando sporthuesca.com me dio la oportunidad de subirme a su tren. Ilusionado, agradecido, responsabilizado y motivado mis primeras frases en este medio iban dedicadas a la dirección deportiva encabezada por Lalo. Plantilla con aires de cuajada, hecha a golpe de sensatez e inteligencia, estas fueron algunas de mis apreciaciones. Una vez concluido el mercado de fichajes y a expensas de alguna incorporación de algún futbolista sin equipo, la SD Huesca ha cerrado su plantel y no he querido dejar pasar la oportunidad de analizar lo pasado y mirar al futuro. Por supuesto son apreciaciones mías, hechas con la mayor de las reflexiones y basadas en el cariño hacia unos colores.
Empezaré por lo último, o mejor dicho por lo primero, porque parafraseando al bueno de Piqué: Lluís Sastre, “contigo empezó todo”. Y yo añadiría: “Contigo acabó todo”. Pues bien, Lalo y su equipo a buen seguro (y sin querer entrar a valorar los pormenores que han hecho imposible la llegada del jugador balear) han tomado buena nota y sólo me queda esperar una cosa, que esto al menos sirva para aprender. Lalo es un gran tipo, sereno, sosegado, coherente en su palabra, trabajador y una persona que celebra en silencio, sin ruidos, sin llamar la atención. Me gusta y mucho. Pero también es novel y el fútbol es lo suficientemente ‘perro’ como para andar fiándote de casi nadie. Aun así, celebro su forma de negociar sin presiones, con elegancia, confiando en las palabras, sin torturar al futbolista. Este cariño y esta sensibilidad esta cuajando en el mundo del fútbol y si por algo se caracteriza este club es por el trato amable, cariñoso y familiar a los verdaderos protagonistas de esto, los futbolistas. Yo me siento identificado con esta forma de hacer y bien que la celebro, otros podrían tomar buena nota.
Al final como dice el dicho: “Arrieros somos y en el camino nos encontraremos”
Este Huesca sí. El Huesca de Lalo, de Braojos, de Anquela y de tantos otros es un Huesca ilusionante pese a la decepción de última hora. Mimbres hay y los hay muy buenos, mezcla de juventud y veteranía, de jugadores contrastatados con jugadores en proyección, los hay con ganas de reivindicarse y con ganas de asentarse. Y todos y cada unos de ellos tienen un factor común, son propiedad del club. Ya no valdrá aquello de estar pensando en junio, de llegar sin problemas al club de origen, ahora el club de cada uno de ellos es este y todo lo bueno que les depare, irá ligado a todo lo bueno que le suceda a la SD Huesca. Hoy tenemos una nueva visión de club y como no me gusta ser ventajista diré a fecha de hoy que me parece un gran acierto.
Ahora solo falta que Anquela y su equipo hagan sonar la mejor de sus partituras, experiencia no le falta y curtido en batallas está. Como me encanta pensar en voz alta diré que espero algo más de valentía en sus alineaciones. Reconozco que no es fácil sentar cátedra desde un teclado, tampoco es mi intención pero este deporte tiene muchas maneras de interpretarse y cabezudo de mí, siempre he creído en el entrenador valiente, en aquel que arriesga, en el que prefiere inventar a copiar. Y Anquela tiene una plantilla compensada, con un reto sensacional de elevar a grandes futbolistas a donde realmente se merecen. Mucho del merito del año pasado tiene su sello, sufridor y trabajador a partes iguales, criticado y aplaudido es un tipo peculiar, auténtico…
Y por último los futbolistas, esos verdaderos protagonistas aunque a veces se nos olvide. Ellos tienen la clave del éxito o el fracaso. La vida no es justa y el fútbol tampoco, pero cuando uno se esfuerza, se sacrifica, pelea y persevera, está mucho más cerca del cielo que del infierno. Este año espero mucho de hombres como Samu Saiz y Alexander González, ellos deben ser el ejemplo de la mayoría, deben guiar a que este Huesca se asiente en la categoría. A ellos espero se unan los Vadillo, Borja Lazaro, Urko Vera…
Soñar es gratis y el aficionado debe ser soñador, debe ilusionarse, vivir cada momento como si fuera el último. Pero el club desde el presidente hasta el último eslabón debe tener los pies en el suelo, el proyecto es ilusionante, la plantilla a falta de la guinda tiene pinta de cuajada pero querer correr antes de andar es un mal aprendizaje. Ustedes sois los profesionales. Los demás desde nuestro asiento, sofá, televisión somos meros espectadores. No se equivoquen en el mensaje, ya habrá tiempo para soñar, para correr, para volar. El domingo es día grande, fieles siempre sin reblar.