Ayer conocíamos la detención del ‘Pichu’ Atienza, que se suma a la innumerable lista de bajas en la que ya estaba inmerso hacía varias semanas a causa de una lesión de rodilla. Pero esta vez lo hace de forma indefinida, hasta que decida el juez. Si esto le sumamos la también baja indefinida de Raphael Dwamena, la inactividad por lesión del eterno capitán Alberto Zapater y las recídas -o sobrecargas- constantes de jugadores claves como James, parece que sobre el Real Zaragoza pesa una maldición. Aún así, el Real Zaragoza se encuentra en la sexta posición de la tabla, trece puestos por encima de la temporada pasada.
Y es que no todo son malas nuevas en el seno del Real Zaragoza. O por lo menos, no tan malas como el año pasado. A estas alturas de liga, el conjunto blanquillo acumulaba un total de 16 puntos, siendo el equipo que permaneció la temporada pasada que menos tantos acumulaba en su casillero de la tabla a estas alturas, perseguido por Extremadura, Elche y Tenerife. Pero esta temporada, desde la sexta posición que ocupa en la actualidad, suma ya diez puntos más que la anterior. Es más, es el equipo que más ha crecido de la categoría junto con el Cádiz según la estadística que ofrece @vintage_stats.
Igualando las cifras de las mejores temporadas
El Real Zaragoza descendió a Segunda en el año 2013. Fue entonces Paco Herrera quien se hizo cargo del puesto de entrenador del Real Zaragoza. En esa campaña el conjunto blanco finalizó en decimocuarta posición y, a estas alturas de temporada, sumaba 25 puntos, uno menos que en la actualidad, ocupando la octava posición. Le siguió al catalán en los banquillos Víctor Muñoz. El zaragozano, tras el fatídico verano de 2014 con el cambio de propiedad, consiguió llevar a su equipo hasta la cifra más alta hasta la fecha en la jornada 17: 27 puntos. El entrenador fue cesado justo en estas fechas, cuando su equipo estaba pasando un mal momento pero estaba bien situado en la tabla. Le sucedió Popovic, que llevó al Zaragoza a la final del playoff.
Sería precisamente Ranko Popovic el encargado de arrancar la temporada 2015-2016 en el banquillo zaragocista. El serbio llevó al equipo maño a igualar la cifra de la campaña anterior, pero posteriormente fue cesado en a las puertas de Navidad. Le supliría Carreras, que llevó al equipo al desastre de Palamós. La cuarta temporada en este periplo en Segunda la inauguró Milla, que cesado despues de El Pilar y con la ayuda de Raúl Agné, su sucesor, llevaron al club a la cifra de puntos más bajas hasta la fecha a estas alturas de temporada: 21 puntos. El equipo no consiguió alcanzar ningún objetivo ese año.
Posteriormente, Natxo González de la mano de Lalo y José Mari ocupó el sillón de la dirección técnica del Real Zaragoza. En la jornada 17, acumulaba un total de 22 puntos. Aún así, fue el primer año en el que la dirección deportiva tuvo paciencia y el vasco llevó al club al playoff por segunda vez. Le sucedió en el cargo la pasada temporada Imanol Idiakez, que fue cesado después de El Pilar, cuando el equipo estaba en el decimosexto lugar de la tabla con 11 puntos. Pero es que su relevo, un mes después, en la jornada 17, solo había conseguido cinco más. Así pues, con 16 puntos, el Zaragoza de Idiakez y Alcaraz fue el peor equipo hasta entonces.
Sufriendo para mejorar la clasificación de la pasada temporada
El actual Zaragoza, dirigido por Víctor Fernández, ya suma 26 puntos, solo uno menos que en la temporada 2014-2015 y 2015-2016 y diez más que la pasada, siendo el demimonoveno clasificado en la tabla por aquel entonces. En la primera se llegó al playoff y en la segunda se debería de haber llegado si no hubiera sido por el desastre de Palamós. El equipo blanquillo no está tan mal como algunos quieren que esté. Continúa estando donde tiene que estar. Sigue estando en el meollo. Sigue aspirando a todo.
Y todo esto pese a, en el último partido, acumular hasta cinco bajas de los que teóricamente deberían ser titularísimos: Cristian, Vigaray, Atienza, James y Rapha. El Real Zaragoza sigue carburando y sigue haciendo su fútbol. No ha perdido la identidad. Sigue luchando a pesar de que no son buenos tiempos. Con un entrenador que nos llevó a la gloria y con una plantilla entregada, solo queda la confianza de la grada.