Dijà sumó siete tantos contra Benidorm con lo que a la dirección de juego, el central añadió gol lo que proporciona más aportación al equipo y lo hace más peligroso.
En algún cajón del trastero debe tener Dijà el recuerdo de la lesión en el pie que le arruinó la pasada campaña y quizá, también a su lado, la del hombro derecho en los inicios de la actual. El central brasileño cuajó contra Benidorm un partido de esos que sirven para recobrar la confianza en uno mismo. No solo por el juego, también por los goles. La baja de Eloy por una lesión de larga duración –operación de ligamentos- supone una presión de responsabilidad añadida para el brasileño que es, además, uno de los hombres de más confianza de Nolasco en el vestuario.
El propio Dijà ha reconocido que esta temporada le costó arrancar y olvidados los percances coge vuelo. Firmó siete goles contra los alicantinos con un alto porcentaje de aciertos, siete de nueve lanzamientos, y estaba feliz tras el encuentro. No era para menos. “Contra León creo que ya hice un partido bastante serio y ayudé bastante al equipo, aunque sin anotar ya que solo hice dos goles”, indicó. El central se encuentra feliz, limpio de cabeza “y me voy muy contento por cómo he jugado a nivel individual. Es el primer partido (contra Benidorm) en el que me he visto muy bien en el tono y espero ir hacia arriba otra vez”, recalcó.
La victoria contra Benidorm se cosió con un buen juego y con una solvencia superior que el triunfo logrado en la anterior jornada en casa contra Puente Genil pese a que la diferencia en el marcador fue más holgada contra el siete andaluz. “Ha sido la primera parte más completa, que hemos hecho. Quizá la mejor de la temporada”, aseveró. Eso sí, la acción en las que fue excluido en ataque –por pedir a los árbitros que pasaran la mopa sobre la pista- sumada a la Carrò –en un golpe franco- pudieron torcer la marcha del encuentro. Dijà vio así su exclusión: “Yo tan solo pedí limpiar la pista. Ni más ni menos. Y Eloy (expivote del BM Huesca enrolado en el Benidorm) también lo apuntaba, pero bueno. No me quito la responsabilidad. No tengo derecho de perjudicar al equipo en un momento en que estamos de 7 para 8 y cerrar el partido”. Hasta su buen amigo Tex le abroncó y luego se reconcilió. Es lo que tienen los amigos, que se pueden decir de todo y luego volver al inicio.
La victoria deja a Bada Huesca en un goloso séptimo puesto de la Asobal –a falta del Teucro Valladolid de esta tarde- y listo para el asalto de la sexta plaza que tiene Cuenca con dos puntos más en la tabla. Eso sí, para ello hay que ganar a un Naturhouse, que ya despertó, y en Logroño.