Domingo Mosquera empezó a formarse en el mundo balonmano en Algeciras donde nació un diciembre de hace 20 años. Estudiante en Huesca de Ciencias Ambientales, enamorado de la mar por tradición familiar y por convencimiento propio, el zurdo es una de las grandes apuestas del BM Huesca. Llegó procedente del Teucro cuando encaminaba sus pasos a engrosar las filas del Córdoba. La lesión de larga duración de Álvaro del Valle precipitó su fichaje. Bueno, más que precipitar lo adelantó. La razón es que ya estaba en el radar del cuerpo técnico del siete altoaragonés. Es un jugador con una tremenda proyección. Y por eso el club se hizo con sus servicios para tres temporadas.
Se confía mucho en un chico de verbo fluido, al que una lesión en un amistoso contra Bidasoa en agosto pasado le restó protagonismo en el equipo y que cada vez ha ido a más. En juego y en responsabilidad. Los otros zurdos del equipo como Álex Marcelo y Gerard Carmona abren puertas al novato, le dan consejos, la forma de afrontar los partidos, de mejorar los entrenos. Se encargan de ‘darle’ cariños, aunque siga llevando el agua y limpiando balones. Cosas que se reservan a los novatos, tradiciones de los equipos.
Domingo Mosquera llegó a Huesca con el objetivo de aportar y la etiqueta de polivalente. “Cada vez ayudo más”, acota con énfasis. Y cuando se le pregunta por si prefiere la posición de lateral o de extremo, responde con educación que cualquiera de los dos sitios le gusta, aunque entre risas confiesa que se ve “más de lateral”. “Juego allí de chico, desde que empecé, aunque llevo dos temporadas alternando la posición”, afirma.
Con Álex Marcelo en el ataque y con Gerard Carmona en los dos lados de la pista, la realidad es que por delante tiene competencia sana por el puesto. Y le gusta. “Con los dos me llevo genial. Alex es de Carboneras, de Almería, tengo muchos amigos allí y es un lugar que frecuento. Gerard me ha cogido desde el primer día, es muy cercano y nos apoya muchísimo”, afirma. Y reitera. De Marcelo agradece los consejos que “me da. Y Gerard es una persona que te da muchos ánimos y te apoya. Estando en la misma posición eso es mucho de agradecer”.
Llegó a Huesca desde el Teucro. Mosquera no esconde que el central Sergio Pérez, con el que compartió vestuario en tierras gallegas, también tuvo que ver con su fichaje. Los dos son junior. Los dos están en la mirada de la selección. Y “ha sido un gran palo”, confiesa, que cancelaran el Mundial previsto para este verano. Tampoco se pudo celebrar el Europeo el pasado año, aunque igual se recupera para este 2021. Los Hispanos Junior tiene cierta carestía de zurdos. Pocos jugadores para elegir. Con Mosquera el jugador del Barça B David Roca.
El deseo de formar parte del bloque de la selección española junior no lo esconde. “No me obsesiona estar allí, pero quiero estar. Es bonito representar a tu país, estar con compañeros de todos los sitios y representar a España a nivel internacional”.
Su apuesta por el balonmano es absoluta. Y le gusta jugar fuerte en este sentido. Siendo menor de edad fichó por dos temporadas con el Teucro, después estas tres con Bada. Quiere hacerse un hueco en la elite y trabaja para ello. Eso sí, sin olvidar esos estudios de Ciencias Ambientales, que no tiene prisa por terminar pero que la acabará. De momento ha seleccionado asignaturas. “Y a las que me presento apruebo”, acota.
En su primera temporada con el Bada Huesca firma en este momento la cuarta plaza de la Asobal empatado con el tercero, la experiencia de haber jugado en una final a ocho de la Copa del Rey, con billete para jugar la Copa Asobal si finalmente se celebra y pugnando con otros rivales para estar la próxima temporada en competición europea. “Todo es bastante bonito y lo vivo con muchas ganas”, subraya Mosquera. Eso sí, no vive en una nube. Todo es producto del trabajo y es consciente de que con tanta igualdad, la cuarta plaza de hoy puede ser la octava mañana.