Regresa el Real Zaragoza a Almería más de tres años después de su última visita, en un encuentro decisivo en la pelea por el descenso y en la lucha por el playoff. Tras solo un triunfo en lo que llevamos de 2025, el equipo de Rubi ha perdido pie en la competición, solvencia en los resultados, ángel en el momento de la verdad, hasta descolgarse de las quinielas del ascenso directo.
Las temporadas de Zaragoza y Almería se tocan en un punto: ambas son una montaña rusa a nivel emocional y futbolístico. Irregulares por naturaleza, su inconsistencia les ha obligado a cambiar de objetivo a lo largo del año. Los dos equipos siempre han parecido mejores jugando fuera de casa, inferiores en La Romareda y el Power Horse Stadium, aunque la manera de competir tenga poco que ver entre unos y otros: el Almería solo ha concedido una derrota en su feudo.
Dispuesto siempre para el gol, Luis Javier Suárez es la principal amenaza del cuadro indálico. Con 20 goles, lidera el pichichi y la competición y sigue explicando su fútbol a través de la intensidad, la brega y la potencia. Soberón dibuja otro perfil de delantero, más inteligente e intuitivo. Mientras el lugar de la decepción les pertenece a muchos, ellos se sitúan en el lado más positivo de la historia.
Almería, tierra maldita
Almería nunca fue un buen lugar para el Real Zaragoza. Sin victorias desde 2007, en los últimos años quedó siempre lejos la victoria. El último precedente lo escribió un equipo de otra categoría, liderado por Sadiq, Ramazani y Samú Costa. Goleado en varias ocasiones, si eso sucede de nuevo, el futuro para más de uno quedará escrito.