“Dos españoles, tres opiniones”, cantaban las Vainica Doble. Pues multipliquen esa cifra por los tres mil y pico aficionados que asistieron a la victoria del Huesca sobre el Albacete y se darán cuenta de lo difícil que es elevar una voz única que justifique o rebata los movimientos realizados en el recién clausurado mercado invernal. Difícil y nada deseable. En tiempos de pensamiento unitario, a más de uno se le siguen atragantando la discrepancia y la crítica constructiva. Y los tres fichajes y las cinco salidas han llevado de la mano reflexiones divergentes. Es normal. Si la dirección deportiva y el entrenador agradasen a todos con sus decisiones, si todos sus pasos fuesen unánimemente vitoreados, se estaría perdiendo una de las esencias del fútbol, la discusión de grada y barra de bar. Y los periodistas nos podríamos ir a casa, claro.
Lalo Arantegui | Foto: Heraldo – Javier BrotoPor ejemplo. El otro en los deportes de Cope, el director deportivo, Lalo Arantegui, le ponía “un 10” a la situación en que se quedaba la plantilla de 22 jugadores a día 1 de febrero. Un 10. La perfección. La nota de Nadia Comaneci en Montreal 76. Probablemente, el plantel ha ganado poso con la llegada de Mikel Arruabarrena, un delantero que bajaría del cielo la Estación Espacial Internacional si Anquela se lo requiriese y hace mejores a sus compañeros. Además, el club reaccionó con cintura tras la salida de Aythami al Barakaldo y se hizo con los servicios de Nagore, un hombre de confianza para el técnico; si en los últimos meses solo ha disputado las pachangas con las sesiones AFE, hasta el curso pasado era un habitual de ese Alcorcón subido a la cresta de la ola. Y del venezolano Alexander González… si da la mitad que Darwin será un fichajazo.
Los peros. Los principales se enfocan hacia la portería y el centro del campo. El Huesca se ha enrocado en una posición férrea respecto al rendimiento de Leo Franco y Whalley. Ambos, perseguidos por la sombra del error y bajo el microscopio de los seguidores. Se maximizan sus fallos y sus aciertos, que los han tenido, pasan a un segundo plano. Quizá sea así porque han restado más puntos que sumado. El argentino, además, se ha lesionado en dos ocasiones y con todo se ha acabado imponiendo al meta cedido por el Real Zaragoza. Por ahora, no puede estar satisfecho de su paso por la escuadra azulgrana. El Huesca ha repetido por activa y por pasiva que no se han planteado fichar. Debate interno ha habido. Y sorprende el inmovilismo cuando casos similares en años anteriores llevaron consigo las apariciones de piezas clave a la postre como Doblas o Luis García. Ojalá sea un debate olvidado en junio.
Y en la medular, no se ha cubierto la baja de Manolo con un hombre de prestaciones similares. La versión oficial alude a que con Mérida, Bambock, Ros y Valentín se cubre esa parcela de modo idóneo. Dos españoles, tres opiniones. Manolo, que aún no había sido el de la temporada anterior, mostraba una progresión más que interesante que ha llamado la atención de Osasuna. Su desplazamiento de los planes de Anquela responderá a cien razones y quizá harían falta muchas explicaciones, luz y taquígrafos, para entenderlo. Me molesta asimismo la idea promovida y repetida desde dentro de que no daba la talla, que suena más autojustificación que a verdad. Aplíquese algo parecido con David Mainz, quien por cierto formó una dupla temible con Arruabarrena en el Eibar. Anquela ya tiene su plantilla “corta”, aunque hubiesen sido 23 de cristalizar la opción de Acuña. Más que por un atacante, el Huesca debería haber lanzado sus redes sobre una pieza que equilibrase el centro del campo o afianzase la portería. En mi opinión, por supuesto.
[ad name=”Anuncio para Artículos”]
Muy buena opinión.Como siempre.