Las salidas de dos pilares fundamentales de la pasada temporada como han sido Samu Sáiz y Sergio Herrera traerá consigo un esfuerzo extra para buscar un recambio que los supla con la mayor de las garantías.
Sin duda alguna no sera fácil. Se trata de dos futbolistas que fueron decisivos y fundamentales en la consecución de una temporada histórica. El portero, natural de Miranda de Ebro, fue una de las revelaciones de la categoría. Llegó con la vitola de suplente y se marcha una temporada después siendo el cuarto traspaso más caro de la historia del club (300.000€), tras hombres como Samu Sáiz (3.500.000€), Mikel Rico (600.000€) o Fran Mérida (400.000€). Además ha dejado su nombre grabado en la historia azulgrana al ser el portero que más puertas a cero ha logrado durante una temporada (15), superando al formidable Andrés Fernández.
Su crecimiento durante la temporada le llevó a ser una pieza fundamental en los planes de Juan Antonio Anquela. Su juventud, unida a la calidad, no han pasado desapercibidas para clubes de mayor entidad que ven en él un portero de futuro. La historia no es nueva para la SD Huesca y como en ocasiones anteriores, el situar encima de la mesa una opción interesante tanto para el club como para el futbolista, ha sido determinante para fraguar una operación que deja un tanto huérfana a la parroquia oscense, que veía en la humildad y compromiso de Sergio un activo desde donde edificar la nueva temporada.
Samu Sáiz y su alargada sombra
La marcha del ‘Rubio’ será imposible de reemplazar. Encontrar un futbolista que contenga todas las virtudes del madrileño es a día de hoy una tarea de extrema dificultad. Se marcha un jugador diferencial, un futbolista al que costó comprender, pero que desde el primer segundo que piso el césped de El Alcoraz conectó. Querido e incomprendido a partes iguales, sus arrancadas forman parte de la historia dorada del club. Se marcha con la vitola de ser el fichaje más caro en la historia de la SD Huesca, pero sonbre todo con el convencimiento de haber dejado una huella imborrable.
Ahora, la tarea que tiene por delante la dirección deportiva se antoja vital para acabar de perfilar una plantilla a la que solo le falta el remate final. Acertar con los futbolistas que puedan permitir dar ese salto de calidad, será fundamental para acabar de moldear un plantel que empieza a tener visos de cual puede ser su sello de identidad. La velocidad y profundidad en bandas, unida a la movilidad, serán las armas del nuevo proyecto de Rubi.