En los dos últimos encuentros disputados, la SD Huesca ha acabado con goles encajados. Frente al Real Madrid Castilla, el único gol, obra de Álvaro Medrán, sirvió para vencer por la mínima a los oscenses; y el pasado domingo, un gol de Carlos Ramos y otro de Samuel Sáiz casi evitan la victoria final del Huesca, que acabó ganando (3-2).
Carlos Ramos marcó el 1-1 de falta directa| Foto: sporthuesca.com – C.PascualLa solidez defensiva y los pocos goles encajados de los que presumía el equipo oscense en los primeros partidos se viene rompiendo en dos jornadas consecutivas. Desde el partido en Socuéllamos, donde los azulgranas encajaron tres goles para acabar perdiendo 3-2, el equipo entrenado por Luis García Tevenet sólo ha terminado un partido (de los cuatro que ha jugado) imbatido. Fue frente al Toledo, el pasado 19 de octubre, cuando los altoaragoneses vencieron 3-0 en un buen partido. Tras la derrota en Socuéllamos tocó jugar la tercera ronda de la Copa del Rey frente al Barakaldo y el Huesca encajó un tanto, obra de Jonxa Vidal, que casi le cuesta caer eliminado de no ser por el gol de Guillem en el minuto 86 que forzó la prórroga. Tras el encuentro copero se jugó el partido contra el Toledo y la semana siguiente el equipo oscense viajó a Madrid para caer derrotado por la mínima frente al Castilla (1-0) en un choque en el que pudo encajar más goles.
El Huesca sólo pudo mirar como el disparo de Samuel entraba en su portería| Foto: sporthuesca.com – C.PascualEl pasado domingo, frente al Atlético de Madrid B, el gol inicial de Carlos David presagiaba una tranquila tarde en El Alcoraz, puesto que con el marcador a favor el Huesca solía dominar el encuentro y aumentar su cuenta particular. Lo hizo, pero in extremis y remontando dos goles. Antes de finalizar la primera mitad, Carlos Ramos anotaba la igualada gracias a un certero disparo ejecutando una falta directa que se coló en la portería de un Dani Jiménez que no vio llegar la pelota. Cuando más intentaba el Huesca remontar el resultado llegaría el gol de Samuel. Un auténtico golazo, puesto que robó el esférico en su campo y ya no lo soltó hasta llegar al área oscense para batir por bajo a Dani Jiménez y transformar el 1-2. El delantero, con una elegante técnica y un ápice de fortuna, fue sorteando defensores azulgranas con la pelota pegada al pie hasta que finalizó su jugada individual de la mejor manera posible. Más tarde llegaría el gol del empate, obra de José Gaspar, y en el tiempo añadido de nuevo el extremeño le daría la victoria gracias a un certero cabezazo.
Con los dos goles del Atlético de Madrid B, la SD Huesca suma un total de 10 goles en contra, que sitúan a Dani Jiménez como el tercer portero menos goleado, con un coeficiente de 0’91 goles encajados por partido.