El Real Zaragoza ha firmado uno de sus peores arranques de Liga con Rubén Baraja en el banquillo. De hecho, los malos resultados solo quedan maquillados por los dos puntos que se ganaron administrativamente el Alcorcón. Los zaragocistas, en 6 partidos, han sumado dos derrotas, dos empates y dos victorias, una de ellas en los despachos.
Con 8 puntos, el Real Zaragoza es decimocuarto a 5 puntos de los playoff y solo uno sobre el descenso. Tiene dos partidos menos que la mayoría de equipos del campeonato, al no haber disputado las dos primeras jornadas de Liga. Los zaragocistas estarían todavía a tiempo de todo, tanto de lo mejor como de lo peor.
Por eso, las dos próximas semanas son vitales. El Real Zaragoza tendrá dos jornadas entre semana y eso, determinará sus aspiraciones inmediatas. Esta semana hay jornada de martes a jueves y el Zaragoza visita al Mirandés, el fin de semana toca medirse al Mallorca, después se jugará la primera jornada de Liga aplazada ante el Girona y por último, se visitará Tenerife. Todo ello desde ahora y hasta el 8 de noviembre.
El hecho de jugar el partido aplazado de la primera jornada da al Real Zaragoza la posibilidad de ir igualando las fuerzas con el resto de equipos del campeonato e ir recortando distancias en su objetivo de auparse a la zona alta de la tabla. Lo que pase en estos próximos 4 partidos y los puntos que el Real Zaragoza sea capaz de sumar, de los 12 que habrá en juego, determinará qué puede ocurrir con el futuro de Rubén Baraja.
Críticas a Rubén Baraja
Lo malo del Real Zaragoza no es tanto los resultados, que también, sino sobre todo la imagen que está mostrando. Tras una pequeña evolución en las primeras tres jornadas, los zaragocistas se han estancado. Además, han perdido parte de lo conseguido en la faceta defensiva. Se ha pasado de mantener la portería a cero en dos partidos a encajar tres goles ante Málaga y Leganés. Ante el colista, el Sabadell, el equipo rival dispuso de múltiples ocasiones para marcar y solo Cristian pudo salvar al Zaragoza del gol de los catalanes.
El centro del campo además, anda totalmente perdido, sin rumbo ni autoridad. La ausencia de Guti no ha sido suplida por ningún jugador de similares características. Al Real Zaragoza le cuesta un mundo combinar y llegar a la meta, y cuando lo hace, viene el mayor problema del equipo: no hay remate ni finalización. De los tres delanteros fichados esta campaña solo uno, Narváez, ha sido capaz de ver puerta en una ocasión. Vuckic y el “Toro” Fernández ni han olido el gol.
Las declaraciones del técnico tras el partido ante el Leganés tampoco ayudan a mejorar la situación. Baraja apostó por el elogio al juego de su equipo en lugar de por la crítica constructiva, lo que dejó muy claro la lejana visión de la realidad que tiene el entrenador.
La falta de un once claro, con permutas continuas de jugadores y cambios durante los partidos que no causan ningún efecto son otros de los aspectos que más descontento causan entre la afición. El equipo no se adapta al sistema de Baraja, su famoso 4-4-2, que no cala en la plantilla y para el que además, no parece haber jugadores que puedan aportar las suficientes garantías de ponerlo en práctica de forma eficaz.
La directiva del Real Zaragoza prefiere, de momento, guardar calma. No se plantea a corto plazo la destitución de Rubén Baraja. Lalo Arantegui apuesta por él como un entrenador de club, disciplinado y servicial. Sin embargo, el club también es consciente de que los próximos 4 partidos pueden hacer la situación insostenible. Sin un sistema efectivo, sin identidad y sin un juego solvente, el tiempo del entrenador se agota. Tenemos por delante 10 días claves para el futuro de Baraja.