ZARAGOZA | El Real Zaragoza perdió su invicto este lunes frente al Racing de Ferrol. Además de la derrota, el equipo estuvo muy plano durante todo el partido y no mereció la victoria. Estas dudas con el rendimiento no llegan a causa de la derrota. El Real Zaragoza lleva varios partidos a un nivel bajo. Demostrando muy poco y ganando pidiendo el tiempo. Ya hubo un aviso. Llegó en La Romareda ante el Racing de Santander. Por primera vez, el equipo de Escribá estuvo por detrás en el marcador, y, aunque reaccionó a tiempo, en la segunda parte se dejó de jugar a fútbol.
El Real Zaragoza también ha sufrido, y mucho, en otros partidos donde ha conseguido la victoria. Ante el Valladolid y el Tenerife se sudó sangre para lograr la victoria. También frente al FC Cartagena, aunque el sufrimiento lo cortó de raíz Víctor Mollejo cuando le arrebató el balón a Marc Martínez y puso el 1-3 definitivo.
Antes de la primera derrota había dos corrientes de pensamiento entre la afición zaragocista. Unos pensaban que el Real Zaragoza tenía equipo para rendir mejor de como se estaba jugando. Que se tenía que ofrecer más en ataque y no conformarnos con el marcador en ningún momento. Otros pensaban que la base del fútbol son los resultados, y si seguían saliendo, que se juegue todo lo mal que se tenga que jugar, pero siempre que vaya de la mano de la victoria. Sin embargo, tras la derrota, Escribá va a tener que darle una vuelta de hoja a su planteamiento.
La zona que menos dudas genera es la zaga. Escribá cuenta con dos centrales muy seguros y que se complementan a la perfección. Mientras que Jair no permite que ningún balón aéreo se acerque al área, Francés da la salida de balón que le cuesta al portugués. Los problemas comienzan en la banda izquierda. Con las lesiones de Carlos Nieto y Quentin Lecoeuche, el míster tuvo que sacar a dos jugadores de sus posiciones para cubrir el lateral zurdo. Fran Gámez no rindió como se esperaba, pero Andrés Borge cumplió con las expectativas en un duro debut y se postula como candidato para el domingo contra el Mirandés.
Los fichajes tampoco están demostrando la cantidad de elogios, merecidos, que recibieron tras su llegada. Maikel Mesa se ha ido apagando y no es ni la sombra de lo que fue en pretemporada, Toni Moya puede dar mucho más, a Sinan Bakis le empieza a pesar el gol… Juan Carlos Cordero hizo un increíble mercado de fichajes, sin embargo, aunque hayan tenido algunos minutos de calidad, les está costando adaptarse.
El Real Zaragoza también está echando de menos a Francho Serrano. El canterano comenzó con el pie derecho la temporada y se convirtió en el jugador más importante. Su lesión fue un duro golpe para el centro del campo y aunque Escribá tiene mucha calidad para cubrir su puesto, no tiene un correcaminos como el zorro y le está costando encontrar su sustituto.
Pese a las dudas que existan en la actualidad zaragocista, no se debe pecar de agorero. La temporada es larga y es lógico que haya problemas a lo largo de esta. El Real Zaragoza está en una situación envidiable para los 21 equipos restantes, y es mejor que la crisis llegue en la jornada 7 y siendo líderes. La plantilla tiene calidad suficiente para despejar las dudas. A su vez, Escribá lleva los suficientes años en la élite como para saber como gestionar esta situación.