HUESCA |Cuenca sigue en su pugna con Bidasoa por acabar segundo de la ASOBAL después de ganar al Bada Huesca. La tropa de Nolasco entra en esa fase donde, además de su resultado, espiga la clasificación, los rivales más directos. Cada ataque de Bada Huesa ha sido un ejercicio de desgaste brutal. Ya lo dijo Nolasco: “Cuenca no hace prisioneros”. Y así ha sido. Los manchegos tienen en el centro a tipos como Pozzer y Fernández a los que cuesta saltarlos y rodearlos. Los terceros tampoco son, precisamente, sencillos de sobrepasar y cuando no podía hacer cambios replegaba un tipo como Texeira, de sobras conocido en el Palacio. Así, de inicio. Con la administración del tiempo, lo mismo.
Bada tiró en el inicio de Arnau y Cordies –seis de los siete primeros goles han sido suyos- para mandar en el marcador (7-5)… pese a las cositas. Nazaret fue al cuello de Malo y no hubo exclusión y pararon un contragol que pareció diáfano. La pena es que los dos primeros siete metros de Bada –Hackbarth y Carmona- no entraron con lo que no hubo manera de marcar distancias. Al final, cuando te enfrentas a un siete que no es segundo de la ASOBAL por casualidad, esas cosas no se pueden fallar, porque luego se lamentan.
Lo mejor es que lejos de irse abajo siguió a lo suyo el siete altoaragonés: solidario atrás y movibles al máximo en el ataque. Nolasco resolvió la baja de Montoya en el pivote con Rodrigo Benites –tremendo lo del brasileño esta tarde-, que tuvo que duplicar su trabajo. Y eso era mucho. Ante cada ataque hipermascado de Cuenca, Bada opuso su 6:0 y Tercariol. El brasileño sacó varias bolas que eran oro puro ante un ataque de enorme calidad. El desgaste de Bada en el primer ecuador del primer acto era brutal y en el 19 mandaba (11-8) por lo que el siempre temperamental Lidio para el reloj.
Le vino bien al siete manchego que endosó un parcial de 0-2 y perdió a Arnau por lo que pareció un fuerte esguince en su tobillo izquierdo ante un Bada que se refugió en los lanzamientos de Mosquera para abrir la defensa manchega. El primer acto acabó con un tanto de Dijà y un exiguo 15-14 en el marcador.
El segundo se abrió con dos 7 metros para Cuenca y una bola perdida por Cordiès. Hackbarth empató a 16 desde el extremo. La gran duda a resolver era si Bada iba a ser capaz de mantener el tú a tú del primer acto. Y más cositas. Exclusión a Nazaré más que justa, defensa interior, pero no siete metros con 18-19. Lo mejor de este equipo sigue descansando en su competitividad. No se desarma atrás y adelante siempre busca el hueco, pero le falta el ‘killer’ y el punto de madurez cuando el tiempo empieza a terminar en la proporción al desgaste.
Con 23-24, Simonet chocó con Ignacio Suárez en el extremo y lo que parecía una falta en ataque resultó ser un 7 metros, que Nazaret llevó al larguero. El partido se vivía con tensión y explosividad. Vivo y emocionante, Terçariol se agigantó en dos acciones tremendas para frenar a Cuenca con 24-24. En la otra costa, Tekaya, también. Y de hecho, el sujetó la diferencia de los manchegos.
Los últimos cuatro minutos fueron de infarto, con decisiones erróneas por todas partes. Nolasco paró el reloj con 27-29 y menos de dos minutos para el final. No pudo ser, pero se peleó hasta el final. Es lo que tiene el gen competitivo. Cuenca lo celebró como si hubiera ganado una final.
Ficha técnica
Bada Huesca: Tercariol (p), Adrià Pérez (1), Cordiés (4), Rodrigo Benites (6), Miguel Malo (1), Pére Arnau (3), Hackbarth (1). Siete inicial. Arguillas (ps), Carmona (3), Mosquera (2), Ian Moya, Ignacio Suárez, Dijà (5), Gucek, Floris.
Cuenca: Tekaya (p), Prantner (2), Nazaré (6), Pozzer, J. Fernández, Simonet (3), I. Piazarro Siete inicial. Grbavac (ps), Teixeira (6), Mach, Daniel (2), Martín, Ignacio Moya (5), Vera (2), Pizarro (2), Arnau (1).
Parciales cada cinco minutos: 2-2, 6-4, 8-7, 11-8, 13-132, 15-14 (descanso) 16-17, 20-20, 23-23, 24-24, 25-28, 27-29.
Árbitros: Colmenero-Rollán. Excluidos Ian Moya, Rodrigo Benites, Mosquera, Cordiés por el Bada Huesca; Vera, Teixeira, Nazaré (2), Pozzer, Javier Fernández