Volver a dejar la puerta a cero para sumar otros tres puntos de cara a un posible ascenso ante el Nàstic. Esa es la misión que tienen ante sí los hombres de Rubi contra el Lugo en el Anxo Carro.
La importancia de no encajar un gol es vital para el buen funcionamiento de los equipos. Dejar a cero la portería siempre consolida la defensa, su confianza y su atrevimiento a la hora de salir de posición, consolida al guardameta y hace que el estilo de juego se vea sostenido sobre un bastión decisivo. Además, sirve para que con un gol en la portería contraria sea suficiente para conseguir los tres puntos. Y para poner un candado en la puerta siempre hay tiempo, no importa la jornada que sea. Hacerlo será una buena noticia.
Así, el Huesca tiene por delante la tarea de volver a ser el equipo de principios de temporada al que marcarle gol era casi una misión imposible. De lograrlo tendrá el ascenso, todavía más, en la palma de su mano. Salir del Anxo Carro de Lugo con Remiro imbatido daría muchas opciones de que los azulgranas dependieran de sí mismos para subir en la siguiente jornada ante el Nàstic en El Alcoraz.
Actualmente son cinco los partidos consecutivos en los que el Huesca no consigue acabar sin recibir goles (serían seis si el partido del Albacete se hubiera jugado antes que el del Real Zaragoza). La actual racha, que tiene como conjuntos rivales a Barcelona ‘B’, Tenerife, Granada, Córdoba y Alcorcón, es la mayor de toda la temporada y hay que remontarse hasta a noviembre de 2016 para ver otros cinco partidos consecutivos del Huesca recibiendo gol.
Si esta ocasión el cuadro altoaragonés ha logrado 13 puntos de 15 posibles y ninguna derrota, en aquella, en la que Anquela fraguó el primer Huesca histórico desde el banquillo, se consiguieron tan solo 6 puntos de 15 con 1 victoria (UCAM Murcia), 3 empates (Rayo, Tenerife y Lugo) y 1 derrota (Girona).
El Lugo, siempre presente
En caso de que el Lugo marcase un gol el próximo lunes y el Huesca sumara los 6 hipotéticos partidos encajando al menos un tanto este registro se igualaría al de final de la temporada 2015/16, en la que los azulgranas cerraron el tramo final de Liga con 6 partidos sin puerta a cero: Llagostera, Mirandés, Almería, Leganés, Zaragoza y Osasuna. En total, en esas jornadas sumaron 13 de 18 puntos y certificaron la permanencia antes de jugar con el Lugo en el último e intrascendente partido en casa.
La casualidad ha puesto al Lugo como un actor principal en estas negativas rachas. Aunque solo en la trayectoria del curso pasado de 5 encuentros el conjunto gallego fue uno de ellos, en el de hace dos fue el equipo con el que se puso punto y final, algo que el Huesca querrá volver a hacer. Además, esta temporada y tras el partido contra los lucenses de la primera vuelta en el que los azulgranas ganaron sin recibir un gol, el Huesca encadenó cuatro partidos sin sellar la portería, la mayor racha de la campaña hasta la actual, la que Rubi a buen seguro quiere ver por finalizada.