El centrocampista del Real Zaragoza, Íñigo Eguaras, ha recalcado el dulce momento que atraviesan. El equipo mantiene su condición de invicto, aunque es consciente de que llegará el momento en el que el equipo recibirá una “torta” porque “no todo serán alegrías a lo largo de la temporada”.
“Después de cuatro partidos viene a La Romareda un equipo que aún no ha ganado. Jugamos en casa, habrá un gran ambiente, pero tenemos que seguir con los pies en el suelo. Esto es muy largo y tenemos que seguir trabajando. El año pasado a estas alturas acabábamos de ganar al Oviedo 0-4 y después todo se torció”, ha explicado el centrocampista.
Después de un año complicado, el optimismo ha regresado al vestuario zaragocista ya que la escuadra aragonesa ha conseguido sumar diez de los doce puntos disputados en este arranque liguero.
Eguaras ha reconocido que la llegada de los nuevos jugadores al Real Zaragoza “han aportado cosas que faltaban el año pasado”. “La plantilla tiene mucha hambre y experimenta buenas sensaciones en su juego”, explicaba el jugador blanquilla además de destacar la continuidad de Víctor para ayudar a hacer “un equipo muy fuerte“.
Todo ello añade más peso a la presión del equipo, aunque en el club no supone una “carga extra” que afecte a los jugadores, todo lo contrario. “Nosotros mismos nos tenemos que poner esa presión porque sabemos lo que nos van a exigir. Ahora la afición esta con ganas de ver si podemos seguir ahí arriba. Estoy seguro de que nos van a poner esa presión, y eso es algo que nos motiva“, ha añadido.
Un juego que va tomando su forma
“Sabemos que la idea de Víctor es tener el balón, ser dominantes. Pero estamos viendo que también podemos hacer mucho daño a la contra con balones largos. Los delanteros que tenemos son peleones, con capacidad de buscar los espacios. En ese aspecto también podemos contar con ellos, y en los partidos en los que la posesión nos impide hacer daño al rival podemos jugar con ese otro estilo”, ha argumentado el jugador de Ansoáin.
En lo referente a su propio rendimiento, Íñigo Eguaras comienza a carburar después de la pubalgia que arrastró durante la última campaña y que provocó altibajos en su juego. No obstante, en el último duelo ante el Alcorcón demostró que, en buenas condiciones, es un jugador clave para conseguir dominar el esférico.
Víctor Fernández le entregó las riendas de la medular en los dos últimos compromisos, y el jugador ha ido de menos a más. Tal y como él mismo ha reconocido este martes, lleva dos semanas entrenando “a un buen nivel” y ahora está recuperando las “buenas sensaciones”, aunque ha advertido que todavía “queda mucho margen para trabajar y llegar al mejor nivel”.