La SD Huesca echaba el telón a una temporada de ensueño tras el histórico ascenso a Primera División. Una temporada marcada por la consecución del ‘playoff’ en la pasada y la llegada de un nuevo cuerpo técnico. Con un mensaje claro, lleno de sentido común y ambición, el Huesca llegó a situarse muy pronto en posiciones de cabeza. Amparados en una enorme racha en casa fomentada a base de buenas y contundentes actuaciones, los de Rubi llegaron a gozar de 11 puntos de diferencia respecto al tercer clasificado y ser líderes destacados de la categoría durante muchas jornadas. Las lesiones y sanciones provocaron -en una plantilla corta de por sí- un bache que llegó incluso a relegar al conjunto azulgrana a puestos de ‘playoff’, regresando al ascenso directo en el ‘sprint’ final tras una racha de 17 de 21 puntos que culminó el 21 de mayo en Lugo con el ascenso a la máxima categoría y la locura en las calles de la ciudad. En SPORTHUESCA.com evaluamos uno a uno a todos los componentes de la plantilla.
Remiro (9)
Titular desde la primera jornada de Liga, poco a poco el de Cascante mostró todas sus enormes virtudes. Exquisito en el juego de pies, esta faceta cobró especial relevancia en un sistema que le daba mucha importancia al inicio limpio del juego desde atrás. Decisivo con sus intervenciones durante muchos partidos, sus paradas dieron puntos. Era capaz de pasar desapercibido durante gran parte del encuentro y resultar crucial con una parada inverosímil. Al igual que el equipo, sufrió un bache donde sus aportaciones no fueron tan vitales para llegar al final en un estado muy óptimo de juego y confianza.
Moi Gómez (8,5)
Llegado en el mercado de invierno, le costó unos partidos desarrollar todo su potencial. A pesar de ser importante desde el minuto uno, vislumbraba muchos detalles pero el bajón general tampoco le ayudó, dejando muestra durante este tramo que su nivel físico era muy bueno. Poco a poco se ganó a todo el mundo y acabó siendo un jugador vital. Su habilidad con ambas piernas y su preciso toque dotaron al equipo de una arma fundamental: el balón parado. Además, su adaptación a varias posiciones en la medular imprimieron más nivel y elevaron la competitividad.
Jair (8,5)
Titular en los 42 encuentros disputados. Este dato ya demuestra su enorme regularidad. Amparado en un físico extraordinario, poco a poco fue subiendo el nivel hasta convertirse -junto a Pulido- en indiscutible para Rubi. Este año ha sido el de su consolidación, demostrando que es un central duro, potente y muy expeditivo. La manera de desarrollar el juego del equipo quizás le planteó en más de una ocasión un reto. Su aportación en el inicio de las jugadas ha sido muy superior a anteriores temporadas y es donde debe incidir para mejorar y elevar un poco más su excelente nivel general.
Carlos David (5)
Muy penalizado desde la jornada inicial en Soria con una expulsión típica de los inicios de temporada, tuvo que capear su suplencia con algunas críticas sobredimensionadas sin el tiempo necesario para hacer un juicio más sereno y justo. Relegado por el excelente nivel de la pareja Pulido-Jair, le tocó trabajar en silencio en busca de una nueva oportunidad. Oportunidad que le llegó en el peor momento y en el peor escenario (Vallecas), donde se le notó la falta de inactividad. Entre medias disputó unos minutos en la zona medular ante el Cádiz en El Alcoraz que apenas sirvieron para evaluar su papel en esa nueva demarcación.
Aguilera (9)
Tras un inicio donde sus problemas físicos en pretemporada le relegaron a la suplencia, poco le costó a Rubi encontrar un papel decisivo y determinante para el medio madrileño. Durante muchas fases fue el equilibrio del equipo. Sus continuas ayudas a los laterales posibilitaban un potencial ofensivo que dio muchos y buenos momentos a la afición azulgrana. Canalizador del juego con su toque fácil y eficaz, su papel ha sido determinante y su ausencia en cortas fases el equipo la acusó. Su enorme amplitud unida a la compenetración de Sastre y Melero, supuso un cambio en los planes iniciales del cuerpo técnico y dio paso a un trivote de enormes réditos colectivos.
Luso (7,5)
Durante toda la temporada ha sido un suplente de muchas garantías. Cumplidor y además en varias y diferentes posiciones. Le hemos visto de mediocentro, de interior, de lateral derecho e incluso de central y siempre cumpliendo con nota. Polifacético, muy trabajador y amparado en un físico cuidado, su experiencia le vino de perlas al equipo en muchas fases y en muchos partidos.
Ferreiro (9)
Astuto, vertical, con mucha personalidad sobre el terreno de juego, trabajador y muy buen compañero. Son tantas las facetas de este menudo extremo gallego que cuesta imaginar una SD Huesca sin él. Cual trilero engaña en sus juegos, así ha destacado Ferreiro con sus innumerables recortes y fintas. Una pesadilla para los laterales y una bendición para sus compañeros. Supo encauzar esos periodos de aletargamiento en la sombra del banquillo, para cuando tuvo oportunidad demostrar que era un jugador tan vital como decisivo.
Melero (9,5)
16 goles lo dicen casi todo. Es tal la irrupción ofensiva sufrida que obviar esta faceta sería obviar su enorme temporada. Ha sido decisivo con sus goles, con su aportación y su jerarquía. Su crecimiento ha sido mayúsculo en todos los aspectos del juego, donde su demarcación mas adelantada ha impulsado las virtudes de un llegador letal. Más participativo y mucho más eficaz en la elaboración, sufrió en un tramo final donde las sanciones y la falta de ritmo competitivo mostraron a un Melero algo falto de chispa. A pesar de ello su nivel ha sido muy alto.
‘Cucho’ (9,5)
Ha sido una de las sorpresas de la temporada. A sus 18 años -19 en la actualidad- fue un soplo de aire fresco, desparpajo, ambición y personalidad. Rápido, vertical, con un disparo potente, buen rematador y con un hambre desmedida -que en algunas fases le hizo cometer errores de precipitación-, poco a poco empezó a ilusionar con ese centro de gravedad bajo y esas hechuras de atacante descarado. Las lesiones fueron su talón de Aquiles, ya que sin ellas, sus números -para ser debutante- podrían haber sido escandalosos. Fruto de ello ha sido la enorme rapidez del club en prolongar su cesión un año más, pero esta vez sí, en Primera División.
Camacho (6)
Pese a disponer de pocos minutos, ha participado en muchos partidos. Eso sí, en muchos ellos en los minutos finales, aportando su experiencia y su astucia para estar cerca de posiciones de remate. A sus 37 años ha gozado de una salud física envidiable y si no sucede nada extraño cumplirá su sueño de jugar en Primera División siendo el máximo goleador de la historia del club (46).
Gallar (8,5)
Con la losa de su traspaso comenzó la campaña un Álex Gallar que apuntaba maneras pero que la ansiedad por demostrar desde su llegada le penalizó. Poco a poco y con la confianza del míster empezó a dejar detalles de su enorme calidad, dejando para el recuerdo su gol en Lugo. Rápido en la conducción y muy inteligente entre líneas, su virtuosa pierna izquierda ha dejado motivos para la ilusión. Es vertical, tiene mucho poder de asociación y entre líneas se mueve como pez en el agua. Tiene la pinta de ser ese futbolista que mejora con el salto de las categorías.
Rulo (5)
Era su año de debut en la categoría de plata y lo cierto es que le costó disponer de minutos. No se produjo hasta la jornada 9 su debut con la elástica azulgrana. Sus primeras actuaciones dejaron dudas en el plano defensivo y sobre su adaptación física a la categoría, dejando muchas mejores sensaciones en el plano ofensivo, donde dejó muestras de su velocidad y profundidad con espacios. Es probable su crecimiento pase por una cesión para afianzarse y poseer de más minutos.
Santamaría (8)
Tenía un papel difícil debido al buen rendimiento de Remiro y lo cierto es que ha estado trabajando hasta tener su oportunidad. Y esta no pudo ser en un escenario más importante y en un partido más decisivo. Su aportación en Lugo fue excelente. Tanto por alto como bajo palos tuvo una actuación muy destacable que para nada evidenció falta de ritmo competitivo. En Oviedo también estuvo a un gran nivel incluso deteniendo una pena máxima. Desde el club siempre se destacó su experiencia y su profesionalidad; ambas quedaron perfectamente expuestas en los dos únicos partidos con la elástica azulgrana que ha disputado.
Pulido (9)
Ha sido uno de los grandes fichajes de la temporada. Limpio en todas sus acciones, ha destacado por ser inteligente en la colocación y muy preciso en la anticipación. Además, se ha complementado a la perfección con Jair y juntos han formado un tándem espectacular. Claro y limpio en la salida de balón, ha demostrado un nivel muy alto en casi todas las facetas defensivas del equipo, además de conseguir, al igual que Gallar, un gol para la historia.
Akapo (8)
Durante gran parte de la primera vuelta su nivel fue muy alto. Se convirtió muy pronto en un estilete por su banda y una de las bazas ofensivas del equipo. Su físico, unido a su proyección y llegada, posibilitó al equipo de Rubi tener un puñal por esa banda derecha, dando muestra de su enorme calidad y su enorme caudal ofensivo. La lesión privó desarrollar su nivel durante 4 largos meses, que cortaron una trayectoria que hasta ese momento estaba siendo muy buena.
‘Chimy’ Ávila (9)
Ha sido el gran animador de este equipo esta temporada. Conectado de forma muy visceral con la grada, poco a poco se fue ganando a cada uno de los seguidores azulgranas y por ende al cuerpo técnico, que vio en su figura el estilete perfecto en momentos de debilidad. Descarado, aguerrido, con mucho oficio y personalidad, ha contribuido con su juego y su trabajo a dotar al equipo de un estilo propio y, lo más importante, de un gen competitivo que contagiaba al resto de sus compañeros.
Vadillo (6)
Apareció a principio de temporada como el hombre destinado a guiar al conjunto oscense en una temporada donde parecía asumir galones y donde el club rechazó ofertas para su salida. Pero lo cierto es que pese a la confianza del míster le costó tener continuidad y algunas lesiones en momentos importantes frenaron su proyección, dejando la sensación de que hemos visto mucho menos de lo que tenía. Su calidad está fuera de toda duda, pero sus aportaciones han parecido quedarse a medio camino.
Kilian (6)
Es verdad que ha tenido un año complicado. Volver de una lesión de larga duración nunca es fácil, pero lo cierto es que su debut esta temporada dejó destellos y detalles para la esperanza. Pero primero la falta de ritmo y luego la buena dinámica del equipo han imposibilitado verle más en acción.
Alexander (8)
Tenía el complicado papel de sustituir a un Carlos Akapo que contó con la total confianza de Rubi hasta su lesión y lo cierto es que ha cumplido y con nota. Poco a poco fue adquiriendo más protagonismo y unido a la confianza se afianzó en el lateral derecho para ser un jugador importante durante muchos tramos de la temporada. Es verdad que tuvo errores puntuales en algunos partidos -sobre todo en la salida de balón- que mermaron algo su nivel, pero en líneas generales fue día a día mejorando.
Brežančić (8,5)
Esta temporada ha sido la de su asentamiento. Dejando a un lado los errores de antaño -salvo alguna acción muy concreta- y afinando mucho su punto de concentración que tanto le penalizaba la temporada pasada, su nivel ha subido y ha sido un fijo en las alineaciones de Rubi. Seguro defensivamente y muy activo cuando el partido lo permitía en ataque, ha aprendido a interpretar los momentos de cada partido en beneficio propio y del colectivo, dejando muestras de una madurez que era muy necesaria y minimizando aquellos errores que costaban caro al equipo.
Íñigo López (5)
Es verdad que el partido de Copa unido al de Vallecas penalizó en demasía su labor y la de Carlos David, pero lo cierto es que el nivel general no ayudó. Por lo demás cuajó un partido bueno en Reus y luego participó aisladamente en otros dos choques. Experimentado y con peso en el vestuario, ha notado la falta de ritmo en sus apariciones, dejando la sensación de que ha perdido algo de chispa y frescura en esta recta final de una dilatada y exitosa carrera deportiva. Su papel y experiencia han sido muy importantes dentro del vestuario.
Sastre (8,5)
Comenzaba la temporada y era una incógnita su rol, pero poco a poco se fue convirtiendo en un hombre imprescindible en los esquema de un Rubi que encontró acomodo en ese trivote que tan buenos resultados individuales y colectivos generó. Su pausa con el balón, ese juego limpio y sencillo, han sido una de las claves de un Huesca capaz de llevar el peso del cuero pero también de convivir sin él. El trabajo de Sastre en este aspecto ha sido fundamental, aportando mucha faena oscura en las labores de contención, pero además convirtiéndose en un futbolista con mucha más llegada de la que se le presuponía.
Rescaldani (4)
Es seguramente una de las decepciones de la temporada. Su rol ha quedado en un segundo plano debido al bajo nivel ofrecido. Comenzó la temporada dejando detalles de calidad y ofreciendo una variante que a priori el equipo no tenía en sus otros atacantes: la referencia en área. Pero conforme pasaron las jornadas se fue diluyendo quedando casi relegado a un papel testimonial. Su falta de mordiente y su falta de gol han sido los detonantes para contar con tan pocos minutos y tan poco protagonismo.
Nagore (s.c)
Su temporada -debido a una lesión de larga duración- ha pasado en blanco en cuanto a lo deportivo se refiere. Siendo uno de los capitanes del equipo, su papel parece haberse centrado más en el aspecto de dar unidad al grupo y aportar su experiencia desde fuera.
Bardají (s.c)
Lesionado a principios de octubre ha pasado casi toda la temporada recuperándose de su lesión tras ser operado de su hombro izquierdo. Desde el club hay muchas esperanzas puestas en este joven guardameta que llegó el pasado verano en propiedad.
Rubi (9,5)
Ha sido sin duda uno de los grandes artífices del ascenso. Su llegada -junto al cuerpo técnico- ha supuesto un antes y un después en la forma de organización en la parcela deportiva, aportando su experiencia y su enorme profesionalidad. Sobre el campo ha sido un entrenador cabal, muy intuitivo y enormemente ambicioso, dotando al equipo de un estilo propio y un juego alegre y con gusto. En su mensaje siempre fue sincero, honesto, realista y ambicioso, dejando muestra de su preparación y talante en cada rueda de prensa.
NOTA MEDIA GLOBAL: 8,1
NOTA A LA TEMPORADA: 9,5