ZARAGOZA | El fútbol ha enseñado su reverso más cruel con Marc Cucalón. El joven centrocampista zaragozano, natural de Alfajarín, ha anunciado hoy su retirada con 19 años. Casi 800 días después de su rotura de cruzado, una infección bacteriana en su rodilla le ha obligado a dejar el juego que amaba. Su fútbol fue un acontecimiento en Alfajarín, un descubrimiento feliz para toda la localidad. Jugó tres años en el Santa Isabel y el rumor se extendió a los mejores equipos de Zaragoza.
Su siguiente paso fue el Amistad, el puente ideal para alcanzar el Real Zaragoza. Rubén Floría había reparado en su talento un par de años antes y lo dirigió entonces. En la edad en la que todos persiguen el balón, Marc leía el juego y era capaz de domar los partidos: “Era distinto y hacía falta muy poco para verlo. Interpretaba el juego de una forma brutal, nunca rifaba la pelota. Era muy maduro y un enfermo del fútbol, siempre iba con un balón a todas partes. Tenía un don. Es el mejor jugador al que he entrenado”, comenta Rubén Floría a través de la línea telefónica. El padre del chico, Arturo Cucalón, resume para este medio las virtudes de su hijo: “Supe pronto que era diferente. Como tardó en formar su físico, fue siempre muy listo y el mejor en otras cosas”.
Xavi Aguado ha desarrollado un ojo especial para el talento. Desde 2012 puso en marcha un campus en el que enseña los valores del deporte y conceptos técnicos a los niños con sueños de fútbol. “Desde que era pequeño hice lo imposible para que Marc viniera al campus. Conocía a su padre y a su extraordinaria familia. Conseguí a través de un taxi que viniera desde Alfajarín. Tenerle con nosotros era un regalo, por su capacidad técnica y su calidad humana. Cuando lo conocí, me pareció increíble. Tenía un nivel tan alto que lo tuve que poner dos o tres categorías por encima. Y aún así, seguía siendo el mejor”.
Cerebral desde muy niño, alcanzó La Ciudad Deportiva pronto y en dos años se convirtió en el centro de todas las miradas. Jugó a las órdenes de Jorge López y de Michel Catalán en la cantera. Actuó como un 8 o un 10 hasta llamar la atención del Real Madrid, al que se trasladó en edad infantil. Allí retrasó su posición, se ubicó en el nacimiento de la jugada, hasta conquistar un ápodo: El Xabi Alonso de La Fábrica. En edad juvenil, Álvaro Arbeloa le convirtió en el líder y el capitán del grupo. Inteligente, tuvo siempre el mapa del partido en la cabeza: fútbol, jerarquía y vistas a la portería rival.
La lesión
Su progresión le llevó a liderar al club blanco en la Youth League, en la misma competición en la que todo se truncó. Fue el 6 de septiembre de 2022, en un partido en Escocia ante el Celtic de Glasgow. Un crujido cambió su vida para siempre: “Noté un crac y enseguida supe que podía ser algo grave”, resumió Marc Cucalón en una entrevista concedida a Real Madrid TV. Una bacteria invisible se apoderó de su rodilla y nunca pudo recuperarse.
Cucalón, que siempre ha mostrado la misma madurez en el césped que en la vida, asume hoy un paso meditado: “Ha sido una decisión que lleva tiempo tomada y Marc está bien, tranquilo con ella. Ha tenido mala suerte, eso es todo”, dice su padre. Xavi Aguado ha sentido su tragedia como propia: “Para mí ha sido un palo tremendo, el fútbol a veces te lleva a vivir desgracias como ésta. Y si alguien no se la merecía ese era Marc”.
Rubén Floria concluye la conversación con su primera impresión: “Siempre se vio que iba a llegar lejos y solo una lesión ha podido detener su carrera”. También en el tramo más amargo, en su adiós, el chico ha dado una lección. Se siente un auténtico privilegiado, el portador de un sueño. A través del hilo telefónico, resulta sencillo apreciar la admiración que el padre siente ante la fortaleza de su hijo: “Ha aprovechado el tiempo para formarse. Se ha preparado para el futuro. Ahora está estudiando en la Universidad Camilo José Cela, obtuvo el Grado Superior de Ciencias del Deporte y se ha sacado los títulos de entrenador Uefa B y Uefa C”.
Xavi Aguado dejó un último mensaje público que sirve como cierre: “La vida le devolverá a Marc Cucalón lo que le ha quitado el fútbol”.