Tras materializarse la victoria sportinguista, los azulgrana perdieron la primera plaza y se consagró el fin de la racha invicta en El Alcoraz, donde no caían desde el 23 de febrero de 2017.
Todos los equipos tienen un tropiezo y el Huesca lo está teniendo. Los tan sólo 2 puntos de 15 posibles en los últimos 5 encuentros han hecho que los de Rubi pierdan la primera posición en favor del Rayo Vallecano. 3 derrotas (ante Valladolid, Rayo Vallecano y Sporting de Gijón) y 2 empates (frente a Almería y Reus) han provocado que los azulgrana queden apeados del liderato. Y es que, además, los principales rivales directos han ganado sus respectivos partidos, quedando muy comprimida la zona alta de la tabla.
Apenas 5 puntos separan al tercer clasificado, el Cádiz (54), del séptimo, el Real Oviedo (49), y son 3 los puntos de diferencia entre el Cádiz y el Huesca, que se enfrentarán el lunes que viene en un choque colosal por mantenerse en posiciones de ascenso directo. Para dicho encuentro, Rubi ya podrá contar con Melero, Moi Gómez y Alexander.
Tras más de un año sin conocer la derrota en El Alcoraz, llegó el día. Los hombres de Rubén Baraja doblegaron a un Huesca poco contundente en defensa y con escasa fortuna en ataque. Habiendo acumulado 25 partidos ligueros sin perder en el coliseo oscense, los rojiblancos destrozaron los cimientos de El Alcoraz para llevarse los 3 puntos. Los oscenses han conseguido mantener el liderato desde la jornada 14, alcanzado el pasado 11 de noviembre, y llegaron a disponer de una ventaja de hasta 11 puntos sobre el tercer clasificado. Actualmente, es de 3.
También, el Huesca se ha quedado sin marcar en su estadio, hecho que no ocurría desde el pasado 9 de septiembre, cuando empató a cero frente al Sevilla Atlético, y ya van dos encuentros consecutivos en El Alcoraz donde los azulgrana han encajado 2 tantos, algo que no ocurría desde el partido de ida de ‘playoff’ frente al Getafe (2-2), el 14 de junio, y en Liga, desde el 13 de mayo, en el empate a dos contra el Tenerife en la jornada 36.
Sin duda, el conjunto altoaragonés no debe caer en la negatividad y afrontar el partido del lunes como una nueva final. Nadie dijo que fuera fácil y nadie habría apostado por ver al Huesca donde está a principio de campaña. Con todos los efectivos preparados, a excepción de Akapo, la plantilla mira ya hacia Cádiz, donde una victoria supondría coger oxígeno, mantener un colchón de 6 puntos sobre el tercer clasificado y romper la mala racha de 5 partidos sin ganar.