Se acabaron las escusas. Tras tres partidos se puede asegurar que el Real Zaragoza que ha vuelto del parón no es el mismo que el que se fue. La falta de ritmo y una mala interpretación de los detalles provocó que el Almería ganara de forma merecida en la Romareda.
Víctor Fernández repitió alineación con respecto a Lugo. Lo que funciona es mejor no tocarlo. Sin embargo, el partido del martes escondía una dura realidad de la que ya avisamos: El Real Zaragoza fue superado durante gran parte del encuentro. La determinación de Kagawa y Guti y la expulsión de El Hacen disfrazaron algunos problemas que ha acumulado el equipo durante estos tres primeros partidos.
Por tanto Soro, Kagawa y Burgui escudaron a Luis Suárez y el joven Francés fue el lateral diestro. No obstante su actuación estuvo muy por debajo de lo visto en su “debut” como titular. En un contragolpe el defensor de 17 años permitió a Appiah meterse hasta la cocina y rematar dentro del área con una facilidad inusitada. Reculó y reculó, en la acción que empezó a definir el partido.
Francés se vio superado por el escenario
Con ese 0-1 el Almería volvió a insistir por el costado diestro del Real Zaragoza. Consiguieron sacarle una tarjeta amarilla y restarle muchísima confianza en salida de balón a un Alejandro Francés que al cuarto de hora ya era carne de cambio al descanso. El Almería creó varias ocasiones en ese primer tramo. Dominó, buscó el abordaje, consiguió ese botín, y replegó con la confianza del que ya tiene de cara el partido.
Los blanquillos, obligados a remontar desde el principio mostraron una ausencia de ritmo ofensivo palpable y evidente. La tónica ya de este nuevo fútbol. Al Real Zaragoza le están faltando piernas para diversificar su ataque. Para tirar rupturas al espacio y para desbordar desde parado. Sin esas dos herramientas, el ataque aragonés, a pesar de mantener el equilibrio de su sistema y la evidente calidad de sus metrónomos, Eguaras y Guti, aseados en sus tareas, no amenaza como antes.
Julian Delmás y Clemente fueron las primeras piezas que Victor Fernández actualizó en el once. El lateral mostró más empeño ofensivo por derecha que Francés pero su falta de calidad en el toque final empañó algún ataque. Clemente, atrevido y brillante siempre en salida de balón dejó algunas conducciones y pases marca de la casa. Aunque insuficientes para mejorar la continuidad ofensiva del Real Zaragoza.
El Almería agazapado en su campo, acechando un descuido como un felino, vivió un placido 2ºT. Darwin Nuñez aprovechó un mal control de Clemente para tener un mano a mano ante Cristian y Francis, centrando con la cabeza arriba, cosa que otros no hacen y marca la diferencia, asistió para el 0-2 a Villalba.
Luis Suárez tiró del equipo
El Real Zaragoza, con cada vez menos energía y clarividencia en su ataque, se acogió a la fe de Luis Suárez para asustar al Almería. Los dos primeros partidos del colombiano dejaron muchas dudas. Sin embargo, a pesar de no ver puerta, la actuación del ariete fue aplaudible. Fue el Suárez de siempre, aunque sin la fortuna del gol, ni la compañía necesaria.
Al Real Zaragoza le están faltando piernas para diversificar su ataque. Para tirar rupturas al espacio y para desbordar desde parado. Sin esas dos herramientas, el ataque aragonés no amenaza como antes.
La sombra de Javi Puado es alargada. Ni Soro, muy desacertado a pesar de ser el único dispuesto a cometer esfuerzos sin balón para estirar al equipo, ni un Burgui carente de protagonismo. El extremo izquierdo se está quedando muy corto para las demandas actuales de un Real Zaragoza que necesita algo de improvisación arriba y menos pases atrás.
Afortunadamente la Segunda División cede muchas oportunidades. “Nadie gana tres partidos seguidos a estas alturas de temporada”. Pero si el Real Zaragoza no empieza a mejorar su tono físico y a darle un pequeño vuelco a sus ideas, la cosecha realizada durante el invierno bien podría ser insuficiente en esta hambrienta recta final del verano.