ZARAGOZA | El Almería de Luis Suárez borró del mapa al Real Zaragoza, que encadena ya 4 derrotas en los últimos 6 partidos. El colombiano decidió el partido en todos sus registros. Reinó en el espacio reducido y fue un huracán a la carrera, un jugador de una única mesa. Todo el triunfo empezó y acabó con él, también en el perdón que le dedicó a un campo que durante una temporada fue suyo. En el otro lado del ring estuvo un Zaragoza confuso, cabizbajo, que solo creyó en otra cosa a través del entusiasmo de Iván Azón y los arrebatos de Pau Sans.
Gaëtan Poussin (5): Volvió a recoger dos veces el balón de su portería. Llegó a tocar el penalti de Luis Suárez y quizá dudó en la segunda acción del colombiano. Antes había volado para detener un golpeo plástico de Nico Melamed y reaccionó rápido al rechace de Melero. Quizá se le puede achacar un detalle: su ratio de paradas ha bajado en las últimas jornadas.
Iván Calero (6): Voluntarioso, constante, fue el único foco de amplitud tras la lesión de Tasende. Sin brillar, volvió a ser un recurso habitual del Zaragoza en el partido. En el área, le faltaron acompañantes.
Bernardo Vital (4): Suárez buscó más a Lluís López, pero no pudo detenerle en las veces que coincidieron. Como su compañero de zaga, corrigió mal en el segundo gol.
Lluís López (3): Suárez le sacó por completo de zona y de punto. Encontró sus espaldas, le ganó los choques y le derrotó en la carrera más importante del partido con mucha solvencia.
Dani Tasende (5): Hasta su lesión, había ganado la línea de fondo y había formado con Liso una sociedad prometedora. Su marcha dejó huérfano al Zaragoza, con una banda completamente mutilada. Nada empezó bien, pero todo fue a peor después de su marcha.
Keidi Bare (4): El partido le exigió demasiado y llegó tarde al encuentro. Pasado de revoluciones, hizo un penalti que podría haber evitado. Le costó dominar el centro y mostró que aún no ha recuperado el nivel que mostró antes de su lesión.
Toni Moya (4): Firmó una asistencia en el gol de Iván Azón, pero acabó anulado por Baba en la mayoría de los duelos. Solo, llegó tarde al gol que lo decidió todo. Pidió el cambio por una molestia preocupante.
Ager Aketxe (3): Errático, estuvo impreciso en los pases y perdió una cantidad preocupante de balones. No quedó en buen lugar en dos acciones claves: miró el avance de Suárez y Melamed en el primer tanto y perdió el balón que originó un gol anulado. Víctor le castigó al descanso.
Adrián Liso (5): Ha perdido fuelle en las últimas citas, explosividad en el margen final de los partidos. Buscó el pasillo interior cuando su progresión estaba sobre la línea de cal. Dejó un gran recurso sobre la banda, pero este Zaragoza necesita de él mucho más que detalles.
Samed Bazdar (4): Improvisador nato, le costó arriesgar y probar suerte en sus regates. Actuó muy lejos del peligro y se fue del partido con muchas pérdidas, poca incidencia y ningún remate.
Iván Azón (7´5): Marcó el gol que hizo creer al Zaragoza y se fajó, de nuevo, en una guerra sin cuartel. Ganó duelos pero nadie le acompañó en sus aventuras. Fue el mejor del equipo en el Zaragoza del pasado.
Cambios del Real Zaragoza
Enrique Clemente (4): Se le ve dubitativo, blando en las disputas y poco incisivo en sus subidas. No es un lateral de ataque y cuando el Zaragoza debe progresar, se nota. Tuvo en sus botas el gol del empate.
Francho Serrano (5): Hubo voluntad e intención en su partido, pero le costó encontrar el peligro. Jugó acostado en el perfil diestro y desde ahí su fútbol pierde un factor esencial: capacidad de sorpresa.
Pau Sans (6´5): Su entrada agitó a La Romareda. Lo intentó siempre, ganó el pasillo interior y puso a la defensa del Almería en estado de alerta. Nadie siguió su estela.
Alberto Marí (3): Perdió duelos y no produjo nada para el equipo. De momento, cuesta encontrarle virtudes a sus partidos.
Entrenador
Víctor Fernández (3): Volvió a perder la batalla táctica y Rubi consiguió que se jugara el partido que más le interesaba al Almería. Se ciñe a un doble pivote que hace menor a su equipo. Esa batalla estratégica no parece ya una cuestión de nombres, sino de número. La corrección de Francho Serrano pareció una tirita en plena hemorragia y, después, los cambios no mejoraron nada. De hecho, retirar a Iván Azón dejó al Zaragoza sin más amenazas que Pau Sans. El equipo se ha estancado y ya nada lo oculta. Ayer, el alumno -Luis Suárez- lo dejó claro ante el que fue su maestro. No solo corrió mucho, sino que además corrió bien y marcó dos veces. El Zaragoza fue el despertador del Almería.