Un Huesca que dominó prácticamente toda la primera mitad, llegando a amenazar de forma clara la meta del Numancia, se adentró en un partido cuyo desarrollo cambió por completo en el segundo acto. En un duelo lleno de transiciones y tras sendos goles, Rubi encontró en Gallar al hombre que le aportase el suficiente desequilibrio en la medular para lograr el triunfo y escogió a Luso y al debutante Íñigo para contener el arrebato soriano.