El gran protagonista del Huesca ante el Alcorcón fue Luso. Rubi optó por el zaragozano en el lateral derecho y su “naturalidad” de centrocampista le ofreció muchas posibilidades a los suyos, aunque sin balón. Se centraba en exceso y robó, interceptó e impidió que los locales generan por su costado, apoyando a Sastre y al extremo que tuviese por delante.
Con las tablas en el luminoso, Velázquez introdujo a un segundo punta que formase junto a Jonathan Pereira, quedando el Alcorcón en inferioridad por dentro pero retrasando al Huesca varios metros. El cuadro oscense, sin posibilidad de generar mediante el balón jugado, buscó en largo la velocidad de sus hombres de banda.
En un duelo que destacó por lo físico, en un centro del campo acaparadísimo, los azulgranas lograron el control del cuero y del mismo encuentro en la última media hora, aunque sin capacidad para profundizar. La medular del Huesca jugó sin frescura y el ataque fue incapaz de generar peligro.