Cómodo partido para un Huesca que se encontró con una disposición táctica peculiar enfrente y que supo cómo superar. En lugar de asociarse como de costumbre y triangular en tres cuartos como vía para encontrar la meta rival, los de Rubi ejecutaron en largo, buscando la profundidad de los hombres de arriba y obligando al Córdoba a correr hacia atrás.
Aguilera y Melero, aunque en menor medida, y Ferreiro (asistente por partida doble) desde la izquierda, buscaron enviar balones a la espalda de la defensa cordobesista al plantarse adelantada. La movilidad de ‘Chimy’ Ávila, las diagonales de Gallar y las incorporaciones de Sastre, siempre desde segunda línea, batieron el arriesgado entramado de Merino.
Con el partido prácticamente cerrado, Alexander actuó en el lateral derecho, con Akapo en el izquierd0, una prueba de lo que a priori se verá el próximo sábado en Alcorcón. Además, terminó Camacho como referencia y Luso en el interior derecho, desplazando a Sastre a la banda, desahogándolo y con la intención de blindarse definitivamente en la medular.