El resultado de los amistosos suele dar igual a los entrenadores y a los jugadores, pero cuando uno gana y además se lleva un trofeo, la satisfacción es evidente. Tras firmar la victoria contra el Blendio Sinfin por cuatro goles de diferencia (22-26), el Bada Huesca se hizo acreedor del X Trofeo Santander y se fue a una de las porterías a hacerse la foto de rigor. Y sí, hubo sonrisa y caras de alegría. Porque si los amistosos sirven para alimentar el cuerpo, las victorias hacen lo propio con la moral. Y tras haber perdido en Barbastro contra Anaita a lo que se sumó la grave lesión de Joao Pinto, y la derrota del viernes contra Puente Genil, la victoria de esta tarde ante el anfitrión del triangular, pues supone una alegría.
El partido fue igualado. El primer acto terminó en tablas (11-11) con el mando en el electrónico del Bada Huesca durante buena parte del mismo, aunque cometió demasiados errores en lanzamientos claros. El segundo siguió por los mismos derroteros, aunque Bada ya mandó en el último tramo metiendo diferencias cómodas. El tanteo dejó a los extremos del siete altoaragonés con la mayor carga de goles -Carmona (5), Adriá (4), Camas (3)- y la sorpresa de Marco Mira, defensor específico, con 3 tantos. En el lado positivo del amistoso, señaló Nolasco, es que “se cumplió el objetivo de robar balones y correr algo que a estas alturas de la pretemporada es un poco difícil ya que los cuerpos están cansados”. También fue positiva la valoración de ‘Geri’ Carmona como mejor jugador del torneo y en el lado negativo una contractura de Zungri a los 10 minutos de empezar el encuentro que llevó la preocupación al banquillo altoaragonés por si era algo más.