Tampoco ha sido posible en esta ocasión. El Bada Huesca ha vuelto a perder sobre el 40×20 de Logroño. La baja de Dijà se notó. Quizá demasiado. Los riojanos solo habían sumado dos puntos hasta cruzarse con los altoaragoneses. Su portería no había colaborado. Quizá por eso Jorge Pérez celebró a lo grande cada vez que incrementaba su porcentaje de acierto.
Logroño apretó desde el primer segundo. Bada le siguió como pudo, pero se ofuscó. No encontró la dirección de juego adecuada. Ignacio Suárez se perdió demasiado con el último pase, con lanzamientos forzados. Al seguro de vida de este Bada Huesca, Iván Montoya, no le llegaron balones, se perdieron redondas en ataque y se topó con la madera cuando menos lo necesitaba. Y Logroño fue mejor. La velocidad de Diocou, la calidad de un tipo como Serradilla sobresalieron en el primer acto ante un Bada Huesca que se deshilachaba, pero que, al menos, no le perdía la cara al encuentro. La primera parte concluyó con un 7 metros fallido por Hackbarth con el portero riojano en el suelo y 16-13 en el electrónico. Epítome de lo que le ocurría al siete de Nolasco. Cada vez que se acercaba, que acariciaba estrechar el marcador, Logroño cogía aire.
Como si fuera una maldición, también se falló otro siete metros importante cuando el partido expiraba. En este caso fue Carmona y Markelau bajo palos. En el electrónico el 30-28 y poco más de dos minutos para terminar. Allí también se arruinaron la esperanza de la remontada. Poco antes, Cordiés, que demostró que tiene una potencia descomunal en su brazo, le mandó un pase al pie a Miguel Malo con ese 30-28 en el electrónico. Alguien dirá que son detalles. Y quizá tenga razón. Contra equipos como Logroño no puedes perder balones, no puedes fallar lanzamientos cuando tienes la posición ganada. Es cierto que el portero rival juega, pero tampoco es cuestión de hacerlo internacional.
El Bada Huesca cambió su 6:0 por una defensa con Miguel Malo en el adelantado. Lo mejor es que nunca se fue abajo y buscó ataques cortos con gol para buscar en una remontada que creyó, pero no consiguió. El siete altoaragonés mostró que tiene confianza en estar sobre el 40×20 siempre, aunque sufra un duro correctivo, aunque sepa que la diferencia la ha facilitado con sus errores. Lo bueno es que pese a ir siempre por abajo, pese a ir perdiendo de 6 en el segundo acto llegó a ponerse a uno. Ya dicen los jugadores y cuerpo técnico que este equipo necesita de mucho curro, que sigue en proceso de construcción. La lástima es que se sigue sin ganar sobre este 40×20 y hoy, a Logroño, le faltaba alguna pieza importante. Una pena. El próximo domingo contra Anaitasuna. Otro partido de palabras mayores.
Ficha técnica
Logroño: Jorge Pérez (p), David Cardarso (1), El Korchi (3), Javier Rodríguez (1), Diocou (6), Serradilla (10), Rubiño (2). Siete inicial. Markelau (ps), Rivero (2), Preciado (2), Ortiz, Javi García (1), Kisselev (1), Keita (2).
Bada Huesca: Arguillas (p), Adrià Pérez (4), Gucek (2), Rodrigo Benites (1), Ignacio Suárez, Pere Arnau (3), Hackbarth (3). Siete inicial. Terçariol (ps), Montoya (2), Carmona (3), Mosquera (4), Ian Moya, Cordiés (4), Malo (3).
Parciales cada cinco minutos: 4-2, 6-3, 8-7, 11-9, 12-12, 16-13 (descanso) 18-14, 21-17, 24-19, 28-23, 29-28, 31-29
Árbitros: Ausas-Florenza. Excluidos Serradilla, Keita, El Korchi (2), Rubiño por el Logroño; Miguel Malo, Ignacio Suárez, Mosquera por el Bada Huesca.