HUESCA | En las dos últimas temporadas, ‘Charly’ Pérez tan solo se perdió un partido por lesión. Ahora mira su tobillo derecho y espera que el esguince se quede en susto. No parece, pero el deseo es ese. Desde que tres jugadores se le cayeran encima en el partido contra el Valladolid le está dando vueltas a la cabeza. Sin obsesionarse, pero sí disgustado porque no pudo echar una mano al equipo y porque a nadie le gusta parar por una lesión. Comenzó bien el partido contra los castellanos. La baja de Gerard Carmona le dejó como único para el puesto. Metió el siete metros y un par de jugadas después, el problema. “Pisé a Dimitrievski y se me cayeron dos jugadores más encima”, recordaba el extremo derecho del Bada Huesca.
Le tocó ver el partido desde la grada y lo pasó mal. El Bada Huesca poco a poco se fue derrumbando y el extremo tiene claro que su baja influyó. Nolasco tuvo que emplear a Mosquera en el extremo, con lo que perdía la potencia del andaluz en el lateral, y la falta de un zurdo más esta temporada se hizo más evidente. La próxima cita del Bada Huesca es contra Logroño en la capital riojana -viernes, 20.00-, y la necesidad de recuperar, al menos al central Óscar García, es otra de las prioridades del cuerpo técnico. Lo más seguro es que no se fuerce a ‘Charly’ ya que el calendario le lleva a jugar al Bada contra Puente Genil y Benidorm. En este sentido, el club mira a su cantera donde aparecen Fran Rubio y Álvaro Acosta para ir convocados con el primer equipo. Los dos tienen sesiones de entreno con el primer equipo.
Esta tarde el equipo ha vuelto a los entrenamientos con menor intensidad debido a la carga de trabajo de este domingo contra Valladolid. Ya será mañana martes cuando se retomen las sesiones con más intensidad. Y, de paso, con la esperanza de que la luz del Palacio de los Deportes esté a pleno rendimiento ya que hoy, durante el entrenamiento una parte de los anticuados focos se apagaron.