Este jueves parte a León la expedición del BM Huesca para participar en la final a ocho de la Copa del Rey. Será por eliminatorias y el sorteo lo emparejó con el Barça que llega después de perder sus dos partidos en la Copa de Europa celebrada en Colonia. Viaja también el cadete.
Tarde o temprano el Barça sabrá qué es perder en una competición nacional. La cuestión a despejar es cuándo contra quién. Llega el siete barcelonés a la Copa del Rey tras dos derrotas consecutivas. En Europa, sí, pero dos derrotas. No es algo común y, posiblemente, habrá ganas de resarcirse tras lo sucedido en la Copa de Europa de Colonia. El foco recae sobre el BM Huesca.
El grupo de Nolasco entra en la recta final de la temporada fuerte, convencido de que hace un buen balonmano y conscientes de que el Barça es mucho Barça. “El sábado perdieron en el último segundo y me espero a un equipo con mentalidad Barça. Para mí sigue siendo el mismo equipo poderoso de las últimas temporadas. Es cierto que no tiene algunos de los nombres de antes. No están Karabatic ni Rutenka, pero tiene a otros jugadores que son muy buenos y con una proyección brutal”, señala Marco Mira, capitán del BM Huesca.
La final a ocho de la Copa del Rey que se va a celebrar este fin de semana en León es especial para el BM Huesca. El primer equipo vuelve al último tramo de esta competición y viaja con los cadetes, entrenados por Jorge Solanes, y en un grupo que tendrá como compañeros de baile a los cadetes del Barça, Granollers y Cangas. Primer equipo y cadetes han posado esta tarde a las puertas del Palacio de los Deportes en un guiño a esa final a 8.
Las dos derrotas en Colonia pueden desembocar en un Barça desatado. “Lo que tengo claro es que van a tenernos mucho respeto y que no podemos dejar que impongan su ritmo. Si es así será imposible”, señala el capitán. Bada tendrá que evitar las pérdidas de balón y finalizar las jugadas. Si los de Pasqui imponen su defensa y corren, el Bada sufrirá la tormenta perfecta.
Si el potencial del rival está dicho hasta la saciedad, en esta ocasión lo ocurrido en el último partido de la liga regular entre ambos sietes flota en el ambiente. No se puede obviar. Menos cuando fue el Bada quien dominó durante casi todo el encuentro. Fue un orgullo. “Vi apretar al público del Palau y eso es que no lo veían claro. Allí los partidos suelen ser como ir al teatro, pero en esta ocasión nos silbaban en cada ataque, pedían de forma insistente pasivo y eso es porque no veían nada clara su victoria”, explica Mira con cierto orgullo. “La verdad es que gusta mucho que te piten en el Palau”, apostilla porque la derivada es que el rival, en este caso el equipo oscense, lo estaba haciendo muy bien.
No es la primera vez que el Bada ha ido por delante en el marcador contra el Barça. El capitán tira del recuerdo y aclara que hace un par de temporadas en el minuto 45 también ganaban de dos. A partir de allí, metió la directa y el Barça acabó con una victoria cómoda. Esta vez no. Les costó mucho y Pasqui tuvo que tirar de su abundante artillería para ganar el partido.
Y esa clasificación para la fase final a ocho de la Copa del Rey tiene como premio la presencia del cadete que ha refundido sus dos equipos –el A entrenado por Ismael Pérez y Rubén Etayo, y el B de Chusé Quintilla y Daniel Arguillas- para viajar a León. Jorge Solanas reconoció que los chavales “viven con muchísima ilusión” su presencia y el deseo de que con el Bada asentado en la Copa en próximas temporadas, el cadete correspondiente siga participando en la competición si se mantiene así el formato. En León, “el objetivo es ganar todos los partidos que podamos, porque contra estos rivales no puedes dudar”, señaló Solanas.