ZARAGOZA | Algo resonaba por las cabezas de los aficionados del Casademont antes de comenzar el duelo ante Río Breogán, anoche en el Príncipe Felipe. “Sulejmanovic no juega, está lesionado, ¿quién meterá ahora los puntos?”. Se respiraba incertidumbre al no contar con uno de los máximos anotadores. No obstante, la duda quedó resuelta nada más pitó Benjamín Jiménez el inicio del duelo, porque Dubljevic y Bango, los dos pívots locales, firmaron un auténtico partidazo, realizando una coreografía sobre la pintura digna del mejor de los bailes de salón.
De hecho, el astro montenegrino cosechó 20 puntos, 3/5 en tiros de dos, 4/4 en triples, 5 rebotes y 27 créditos de valoración. Asimismo, lo de ‘Vincent’ Bango fue para enmarcar en el Museo del Louvre. 21 puntos, 7/9 en tiros de dos, 10 rebotes y hasta 35 de valoración. Descomunal, desatado, agresivo y radiante. Así fue el partido del angoleño que llegaba a este duelo liguero tras solamente haber podido disputar el choque anterior europeo, ante Bursaspor (87-89). El motivo: una fiebre que no menguaba y que, o no permitía a Fisac convocarlo en el ‘roster’ o solamente le permitía sacarlo unos breves segundos o minutos, antes de que el jugador cayera asfixiado por su proceso febril.
Para entender la dimensión del encuentro de ayer, los 5.471 espectadores (restando quizá los de Breogán) se pusieron en pie en las sustituciones de ambos jugadores. La Marea Roja sabe apreciar el talento, pero en el caso de ambos, es cuestión de algo más. Si uno revisa el partido de Bango o el de ‘Dubi’, verá que muchas de sus canastas fueron por puro carácter, por pura rabia, por pura competitividad, aspecto muy necesario en la máxima categoría del baloncesto español. Prueba de ello fue que Sakho, el pívot rival, estuvo prácticamente desaparecido en combate, sobrepasado ante unos Bango y Dubljevic que tenían entre ceja y ceja amargarle la noche. El visitante no pudo firmar más de 6 puntos, 5 rebotes y 2 tímidos créditos de valoración.
El encuentro de ambos fue incontestable, pero lo de Dubljevic es caso aparte. El ’14’ del Casademont maneja las distancias como nadie. Es capaz de tener la agresividad necesaria para machacar el aro, pero a la vez sabe mantener la calma suficiente y tener la delicadeza necesaria para anotar un triple. ‘Dubi’ aporta una seguridad en su muñeca cada vez más rara de ver en el baloncesto, siendo un ‘pívot total’, capaz de rendir a la hora de capturar rebotes en defensa, como producir un auténtico aluvión de puntos en ataque.
La noche que necesitaba Santi Yusta
El partido de los pívots fue para enmarcar, pero el de Yusta tampoco se queda atrás. El capitán del Casademont no había comenzado la temporada excesivamente afinado. Sus característicos triples no entraban como temporadas atrás y los minutos se le iban reduciendo poco a poco. No obstante, el madrileño lleva tres partidos consecutivos siendo un auténtico tormento para las defensas rivales, recuperando su mejor nivel. Ante Coruña (110-86), pese a la errática imagen dada por el equipo, fue de los pocos que pudo realizar un buen partido, sumando 16 puntos y 14 de valoración.
Tras este siguió yendo a más siendo el segundo máximo anotador ante el Buraspor (14 puntos) con permiso de Bango (24) que ya estaba calentando para lo que se venía a la postre en el Príncipe Felipe. Y así fue, incluido Yusta, quien firmó 15 puntos, 100% en tiros de dos, dos triples, 5 asistencias y 25 créditos de valoración, redimiéndose, mostrando su mejor faceta anotadora y con la plena confianza de Fisac, siendo el cuarto jugador que más minutos disputó, con 20:41.
Con todo ello, el Casademont parece que ha sabido darle la vuelta a la situación, con estos tres nombres, Dubljevic, Bango y Yusta, como algunos de los principales artífices. El equipo de Fisac llegó a caer ante el Leyma Coruña recibiendo más de 100 puntos, y ahora han sido ellos los que le han endosado, también a un equipo gallego, el Breogán otros tantos puntos. Tras este duelo, el partido de Levice en FIBA Europe Cup parece un partido idóneo para seguir manteniendo estas buenas sensaciones y empezar a poner punto y final a la clasificación a la siguiente fase europea.