ZARAGOZA | Miguel Ángel Ramírez ha alcanzado la primera meta volante con el Real Zaragoza. En 5 partidos no ha logrado impulsar a un equipo distinto, sumar registros diferentes a todos los anteriores. Los 5 de 15 puntos posibles descubren a un entrenador mejor sobre el papel que en el césped. El técnico traza una distancia compleja: el recorrido entre el técnico que se esperaba que fuera y el que está siendo.
El sistema de Miguel Ángel Ramírez
MAR ha insistido en un sistema impopular, que solo ha significado una victoria en ocho intentos a lo largo del curso. Con el técnico canario en el banquillo, se han sumado dos empates y dos derrotas al margen del triunfo en La Rosaleda, siempre ceñido a su dibujo de cabecera, más innegociable de lo esperado en sus primeros pasos en Zaragoza. El modelo no es un hallazgo o un invento de Ramírez. Víctor Fernández lo ensayó de inicio en tres ocasiones, con resultados poco alentadores: dos derrotas y un empate.
En Albacete, el dibujo fue más hibrido que nunca, con Arriaga en el lugar de su llave maestra. Su aplicación tiene matices ofensivos y depende de la altura de sus carrileros, del traje que utilicen: si se visten como extremos o como puros laterales. Pero sucede que en Zaragoza el sistema acaba siendo siempre defensivo. En El Carlos Belmonte sirvió para poblar en exceso la línea defensiva, para utilizar a Arriaga más como un central que como un centrocampista.
Los secretos del vestuario
Miguel Ángel Ramírez ha conseguido reunir al vestuario, ganarse al grupo entre bambalinas. Cercano y pedagógico, entiende las claves del juego a través de las relaciones humanas. Ha logrado potenciar la fuerza interior de la plantilla, pero el grupo no encuentra los resultados y va camino de perder todos sus trenes. La acumulación de defensas no ha servido para detener una sangría: el Zaragoza ha encajado seis goles en este tramo de cinco encuentros y ha perdido el doble de puntos de los que ha ganado.
Mientras otros proyectos vuelan con la mitad de los recursos, el Zaragoza sigue en busca de una identidad con la temporada en marcha, con una plantilla mejor en transfermarkt que sobre el césped. Los cinco primeros encuentros de MAR le alejan de todas las ilusiones y le sitúan en la diana. Discutido antes del parto, sus primeros pasos no han conseguido cambiar esas opiniones previas ni tampoco el rostro de la temporada.