El balón parado es esa magnífica herramienta que iguala las fuerzas a lo largo de un partido sin importarle quién sea el dominador. Un arma capaz de modificar choques en cuestión de segundos que requiere de un trabajo previo clave para obtener resultados finales. El Real Zaragoza encontró su segundo gol de la temporada a partir de esta faceta ante el Villarreal ‘B’, sí, pero ambos han llegado de una manera muy diferente con respecto a lo que ha querido implantar Juan Carlos Carcedo desde su fichaje.
La estrategia ha sido un quebradero de cabeza para el conjunto aragonés durante la década que lleva en la división de plata del fútbol español. Pocos especialistas, que no futbolistas con gran pie para ejecutar este tipo de jugadas, han pasado por La Romareda, que se ha desesperado por ver como el Real Zaragoza cedía al azar saques de esquina, faltas, etc. Mientras tanto, la Liga SmartBank seguía y sigue actualmente enfocando al balón parado como una de las patas más valiosas sobre las que sostener un ascenso a Primera División.
¿Retrocederá sobre sus pasos Carcedo?
Carcedo aterrizó en Zaragoza dispuesto a imponer sus propias ideas y una metodología diferente. Apostó desde el inicio por sumar muchos hombres alrededor del esférico y su propuesta fue la de jugar en corto por encima de cualquier envío directo al área. En un acto propio del fútbol moderno, supongo, los blanquillos viraron hacia un aspecto del que poco positivo han sacado en estas once primeras jornadas. De hecho, si lo han hecho, han sido con dos centros sin intermediarios. En Ponferrada, Simeone (en una segunda jugada) y el pasado sábado, Grau.
Por rescatar otra acción del último encuentro, Pape Gueye remató a la madera una falta lejana sacada por Manu Molina. El ex del Ibiza centró y conectó con el senegalés sin necesidad de sumar un tercer hombre muchas veces innecesario.
Después de acumular 13 saques de esquina ante el Real Oviedo, cifra más alta de la temporada, Juan Carlos Carcedo argumentó que había sido una de las cualidades del equipo y que, a partir de ahí, se había originado peligro. Nada más lejos de la realidad, Simeone fue el único que tuvo capacidad para rematar a portería. El Real Zaragoza es indudable que genera un alto volumen, sobre todo de corners, pero las balas hasta ahora y tras lo visto son de fogueo.