En dos temporadas consecutivas el entrenador sevillano se ha enfrentado en los Dieciseisavos de Final de la Copa del Rey al FC Barcelona y en los cuatro partidos cayó derrotado. Ni con el Cartagena ni con el Huesca consiguió superar a un conjunto catalán que muestra en este tipo de partidos la diferencia abismal que hay entre la Segunda División B y el fútbol de élite.
Tevenet, cuando visitó al FC Barcelona con el Cartagena | Foto: sport.esCon la cabeza bien alta, Luis García Tevenet puede decir que consiguió llevar a dos equipos de Segunda División B a jugar al Camp Nou contra el todopoderoso FC Barcelona y trajo al conjunto culé a un estadio humilde llenando de ilusión a dos pequeñas ciudades. Por segunda temporada consecutiva, un equipo dirigido por él fue emparejado en los Dieciseisavos de Final de la Copa del Rey con el FC Barcelona tras superar las correspondientes tres rondas eliminatorias previas a partido único.
Con el FC Cartagena, el resultado en casa fue de 1-4 favorable al equipo del entonces técnico blaugrana Gerardo Martino. En el Camp Nou fue derrotado por 3-0 en un encuentro en el que, como ayer frente al Huesca, se declaró “Día del Socio Solidario” para incentivar la afluencia de espectadores a un estadio que sino hubiera presentado un aspecto mucho más pobre. El Cartagena fue escalando poco a poco en la Copa del Rey, primero eliminando al Guadalajara (2-1); más tarde precisamente a la SD Huesca (0-1) con gol de Fede en el minuto 63; y en la tercera ronda acabó imponiéndose al Tudelano por 1-4.
En el conjunto oscense, primero venció al CD Toledo en la prórroga (2-1); en la segunda ronda tuvo que medirse al CF Villanovense en Villanueva de la Serena (Badajoz) para acabar yendo a la tanda de penaltis tras el empate a dos al término de la prórroga y conseguir el pase a la tercera ronda anotando el Huesca 4 penaltis por 3 del Villanovense. En la última ronda previa al premio de la competición, el Huesca derrotó, tras otra prórroga y con mucho suspense, al Barakaldo (2-1) permitiendo a los oscenses soñar y ver cumplido el sueño de jugar contra un equipo tan grande en todos los aspectos como lo es el FC Barcelona, contra el que perdieron en El Alcoraz por 0-4 y en el Camp Nou por 8-1. Dos sueños que acabaron en Barcelona, pero que comenzaron desde la humildad de la Segunda B y que el técnico sevillano supo gestionar y hacerlos realidad.