La pareja formada en las últimas semanas y en algunas fases de la temporada por Carlos Akapo y David Ferreiro volvió a estar a un gran nivel ante el Numancia
Lo que volvió a dejar claro el partido ante el CD Numancia es que la simbiosis en la banda derecha entre Carlos AKapo y David Ferreiro es perfecta. Son tantas las cualidades de uno y de otro que hacerlas comulgar en sintonía tienen como resultado una potente banda derecha que no solo es un torrente de juego ofensivo sino que se ha convertido en prácticamente inexpugnable para los rivales que habitan en ella.
El largo recorrido de un futbolista como Carlos Akapo unido a su potencia casan a la perfección con ese juego por dentro de David Ferreiro y ese arte del orensano para explorar superioridades en banda que tanto suministran a la SD Huesca de caudal ofensivo y tanta atención provocan en las zagas rivales.
Uno es potente y veloz, el otro habilidoso y atrevido, pero juntos son la tormenta perfecta, tanto ofensivamente, donde ambos futbolistas casan a la perfección, como defensivamente, donde aúnan implicación y trabajo a partes iguales.
Da igual quién sea el rival, cómo sean de profundas sus internadas, que tanto el uno como el otro no escatiman en pedir la pelota, ofrecerse, combinar y percutir. Ese descaro que atesoran les hace ser tremendamente imprevisibles y, sus internadas por banda, un filón para un equipo que, cuando estos dos jugadores intervienen, encuentra desahogo y profundidad.
La cara ‘B’ de esta fusión la encontramos en Alexander González, quien ha perdido protagonismo en las últimas semanas y que además, como sucedió el pasado domingo ante el Numancia, está lejos de ser ese futbolista determinante de la pasada temporada. Los largos viajes, unido a un papel más secundario, han podido hacer mella en un futbolista que tiene como aspiración dar el salto a la categoría de oro del fútbol español.
Cualidades tiene, físico y potencia también, pero la irrupción de un jugador como Carlos Akapo y sus notables actuaciones pueden haber frenado la proyección de un jugador que parece haber mutado definitivamente a la posición de lateral, ya que la temporada ha ido moldeando a un Alexander cada vez más físico y mucho menos eléctrico.