HUESCA | El Huesca ha hecho pocas cosas bien a nivel institucional y su supervivencia depende de los que pase en la Base Aragonesa de Fútbol. El ruido del club durante el último año ha sido atronador, pero la plantilla ha decidido desmarcarse de todo lo extradeportivo. La venta de la entidad, la crisis económica, los despidos de trabajadores y los recortes han salpicado al primer equipo, pero no lo han mojado. Situación dramática que están salvando Hidalgo y sus jugadores, pese a las zancadillas que surgen en el día a día en un club que está en plena descomposición.
Los despidos de Josete Ortas, Dani Oliván y Sergio Gracia son las últimas noticias que afectan al Huesca a nivel institucional. La plantilla prefiere hacer oídos sordos a todo lo que no sea lo deportivo. El portavoz de la plantilla esta semana fue Juanjo Nieto: “A nosotros no nos afecta. No nos afecta ni el consejero, ni que me destituyan a mí, ni al entrenador… Lo importante es la Sociedad Deportiva Huesca y el domingo nos jugamos la vida”, argumentaba uno de los cuatro capitanes del equipo altoaragonés.
La plantilla del Huesca es ajena a los números rojos del club
El déficit del Huesca de esta temporada es de 4.600.000 euros y todo lo que no sea la permanencia y una ampliación de capital complican mucho el futuro a la entidad altoaragonesa. Hay que recordar que el club tenía un patrimonio neto de 4.467.123,92 el pasado 30 de junio. La viabilidad del club pasa por una permanencia, que deben conseguir los de Hidalgo ante el Cartagena o el Levante. Luego la Fundación Alcoraz se encargará de buscar una posterior ampliación de capital, antes del próximo mes de julio.
La BAF no ha sido frecuentada por directivos y es territorio futbolero. Allí solo aparecen consejeros como José Luis Bandrés y Agustín Lasaosa y el ruido económico se queda fuera del IES Pirámide. Ángel Martín González no será recordado como el mejor director deportivo, pero ha ayudado a convertir a los terrenos de Cuarte en un búnker. Además, Hidalgo está muy atento a la presencia de los medios de comunicación y trata de impermeabilizar al máximo a sus jugadores para lograr algo más que una permanencia.