Sus sensaciones en el día previo a la carrera no le engañaron. Esta vez Dani Osanz entró en meta, pero su sonrisa no le acompañó. Tocará rehacerse para la etapa del jueves. Madeira pone el punto final a las Golden Trail World Series y el de Jaca ya avisó que temía que el cansancio le iba a pasar factura. Ese segundo puesto en La Palma fue gloria bendita. Una plata que le abrió la puerta al OCC de la UTMB 2023. Pero la gloria, también mutó en tristeza. Insistía en ese cansancio, sabía que le podía pasar factura enfrentarse a un trazado duro y contra algunos de los rivales más frescos.
Pero ya se sabe que el de Jaca es una roca. Que conoce perfectamente su cuerpo y que la idea con su entrenador es, en Madeira, ser regular. Salir de miércoles a domingo y trazar un equilibrio con el objetivo de ser Top-10 cuando las Golden abrochen el año. La carrera ha sido intensa, dura porque la lluvia siempre es un componente que endurece la exigencia, que te hace correr con más cuidado.
Dani Osanz firmó la primera etapa en 2h27m. El crono lo dejó en el puesto 27 de la clasificación, una posición prácticamente desconocida por él. Las imágenes de su entrada en meta eran elocuentes de que las cosas que no habían ido como esperaba y en sus redes era claro: “En la bajada, en la subida, en el llano… (He estado) Fuera desde el km1, sabía que podía pasar pero tenía la esperanza de que no”.
Unas horas después su reflexión seguía en la misma línea: “He intentado luchar por sumar puntos pero prácticamente ha sido imposible. El nivel es brutal y no te da un respiro. Esperemos a ver si mañana responde el cuerpo”, explicaó. La etapa empezaba muy fuerte, con un desnivel positivo superior a los 1.000 metros encapsulados en cinco kilómetros y las piernas no le respondieron en los desniveles, sí en el llano. La etapa la ganó el suizo Remi Bonnet. Por otra parte, Manu Merillas fue descalificado por un error propio con el reglamento de la carrera.