ZARAGOZA | Adrián Liso fue, posiblemente, la mejor noticia que tuvo el zaragocismo la temporada pasada. Su irrupción fue meteórica, haciéndose con un puesto en el once titular de Víctor Fernández con apenas 18 años. Durante esta campaña, ya afianzado como un intocable, ha demostrado con esfuerzo y calidad que siente el escudo como el que más. Por todo ello se ha convertido en el ídolo de toda una afición. Sin embargo, últimamente el incombustible Liso es menos decisivo, y el Real Zaragoza lo está sufriendo.
El ’33’ de los maños debutó el pasado 17 de marzo en la derrota de los blanquillos por 0 a 1 ante el Espanyol, y a la jornada siguiente fue titular. La confianza que Víctor ha tenido siempre en el joven zaragozano ha sido una de las claves más importantes de su desarrollo. Hasta el final de la 23/24, Liso marcó dos tantos, uno de los cuales fue un golazo ante el Huesca en un partido que los maños se acabaron llevando. Su calidad, sumada al inconmensurable trabajo que realiza en cada encuentro, hicieron que se convirtiera en uno de los jugadores más codiciados de la categoría.
Así, las ofertas para el de Burgo de Ebro no se hicieron esperar. Varios equipos de Segunda se interesaron por él, pero las propuestas más sonadas fueron las que llegaban del extranjero y las del Getafe. Los de Bordalás fueron muy insistentes a la hora de intentar llevarse al canterano maño, el cual siempre mantuvo su deseo de permanecer en las filas de Víctor. Los madrileños, por su parte, llegaron a ofrecer hasta seis millones de euros que ni Liso ni el Real Zaragoza aceptaron.
No obstante, esta temporada Liso ha dejado de ser tan decisivo. Sigue presionando sin parar, sus conducciones son de lo más peligroso en el ataque maño, pero sus estadísticas han caído. Suma una única asistencia en ocho partidos. Esto no quiere decir que esté jugando mal, pero lo cierto es que se le ve más cansado de lo normal. Ha acostumbrado al aficionado a verlo correr sin parar durante 90 minutos, sin que ello afectara a su toma de decisiones y claro, cuando esto ha dejado de ocurrir, el equipo lo ha notado.
Adrián Liso sigue siendo de lo mejor que tiene el Real Zaragoza. Provoca pesadillas a cada lateral al que se enfrenta. Sus internadas por banda provocan heridas de gravedad en las defensas rivales. Pero incluso los incombustibles se cansan. El Real Zaragoza necesita a Liso al 100%, pero Liso quizá necesite descansar.