ZARAGOZA | El Real Zaragoza creyó perder la primera batalla con Ander Herrera, pero escribe su reconstrucción desde las sombras. El tercer año de la nueva propiedad debe ser un punto de inflexión definitivo, con certezas sobre el césped y no promesas en jaulas. La continuidad de Víctor Fernández es una garantía de exigencia y de identidad. También lo es en las relaciones, cada vez más veladas, que hay con el Atlético de Madrid. La apuesta será más decidida también en esa parcela: con Víctor, no habrá balas de fogueo.
Carlos Martín es el primer objetivo atlético, el mayor de todos los deseos. El interés por el delantero parte del curso pasado, cuando se le llegó a sondear como un reemplazo ideal de Giuliano Simeone. Amigo íntimo del argentino, su fútbol es gol y recursos, golpeo y talento. Cordero escogió entonces otros perfiles, delanteros de siempre, a los que situaba como una realidad en la competición. La secuencia de la temporada ha demostrado que ese fue el mayor fallo de su verano. Bakis ha acumulado 1127 minutos de juego, ha desesperado a tres entrenadores y no ha conseguido marcar. Por su parte, los 15 goles de Martín en el Mirandés hablan por sí solos. Y complican también la operación de esta temporada.
La evolución del madrileño en la cantera atlética no fue gradual. Acostumbrado a jugar en el perfil diestro, se le veía como un enganche, como un llegador nato. Las bajas del grupo en su segundo año de juvenil descubrieron al goleador que había en sus piernas; fino en el manejo, oportuno en sus apariciones, plástico en todos sus remates. “Carlos no quiere ser futbolista”, llegaron a decir de él. El tiempo ha probado que podía ser uno muy especial. Y le ha dado la razón a los que descubrieron un lugar nuevo para él, a los que le hicieron creer en todas sus condiciones. Un detalle muestra esa evolución mejor que ningún otro: ahora el Zaragoza compite por su fichaje solo con clubes de Primera.
Más accesibles parecen a estas alturas el resto de los nombres que parten desde Majadahonda. El lateral izquierdo Pablo Pérez, el central Illias Kostis, el extremo Diego Bri y el goleador Adrián Niño. Entre ellos deberá elegir Cordero, hasta alcanzar el cupo de tres cesiones. Pablo Pérez progresó en la cantera del Sevilla hasta llegar al filial rojiblanco, donde ha sumado un gol y tres asistencias en el curso. De zancada corta, ágil y veloz, mide su centro y afila el remate. Su carrera describe un camino habitual de los zurdos en el fútbol moderno: parte del extremo para asentarse en el lateral.
Kostis, zurdo, destaca por su salida de balón y su contundencia en los duelos. Diego Bri es ágil, veloz y con sentido del remate. Niño tiene manejo de balón, intuición y una carrera elástica, que le hace diferente. El abanico se amplía en busca del talento del mañana, de la sinergia del futuro. Cordero quiere rehacer este verano el borrón del anterior y Carlos Martín convence para el Zaragoza que viene. No será nada sencillo, ahora que su fútbol ha dejado de ser una primicia. Pero la opción de Carlos Martín responde ahora sí a una voluntad de Víctor Fernández. En el carril de los hallazgos rojiblancos, ahora al Zaragoza solo sirven los mejores.