ZARAGOZA | Durante los meses en los que se confecciona la plantilla se pueden ver los primeros indicios acerca de quiénes serán aquellos futbolistas que formen parte del once titular en muchas jornadas. Sin embargo, la competición es muy larga y el fútbol da muchas vueltas, por lo que se pueden dar casos de piezas que cobran más importancia de la que se preveía en verano. En un Real Zaragoza muy cambiante jornada tras jornada, se asentó el pasado lunes en el carril izquierdo la pareja Lecoeuche-Mollejo, algo que parecía una utopía hace un par de meses.
El conjunto que dirige Fran Escribá ha finalizado el mes de octubre inmerso en una racha negativa. Ante el mal juego y los malos resultados mostrados por el equipo en las últimas jornadas, Escribá ha ido cambiando el esquema y los futbolistas que lo componen con el fin de dar con la tecla. El pasado lunes, alineó por primera vez en la banda izquierda a Mollejo acompañando a Lecoeuche, y ambos ofrecieron un buen rendimiento en El Plantío. El lateral galo se ha asentado en el once titular tras la lesión de Nieto, y ha ido de menos a más. Con el paso de las jornadas, ha ido soltándose en todas las facetas del juego y ha comenzado a ganarse el cariño de una afición que le ha votado como mejor jugador del equipo en el mes de octubre.
Tras ser una pieza clave hasta su lesión en febrero, Mollejo repitió cesión en un Real Zaragoza aparentemente más competitivo, por lo que su protagonismo podría decaer. Sin embargo, se ha ido ganando el puesto gracias a sus aportaciones desde el banquillo. Con 3 tantos se ha convertido –junto a Maikel Mesa- en el máximo goleador del conjunto aragonés. El último de estos goles llegó el pasado lunes frente al Burgos, cuando remató a portería una jugada enmarañada que tuvo su inicio en las botas de Lecoeuche, que avanzó por la misma y puso un centro que, tras dos rebotes, finalizó con el balón al fondo de las mallas.