HUESCA | “Me gusta el reto de levantar un 0-2 por encima de levantar la décima liga particular con el CH Jaca”. El entrecomillado es de Guillermo Betrán, capitán del equipo altoaragonés, que se encuentra sin posibilidad de fallo para sumar un nuevo campeonato. Majadahonda ganó al CH Jaca los dos primeros partidos del ‘play-off’ que se disputa al mejor de cinco encuentros. Ahora toca jugar sobre el hielo de la localidad madrileña. Ni que decir tiene que la presión es máxima… y le gusta. Es aquello del gen competitivo. Juegues a lo que juegues. Guillermo Betrán frisa los 39 años. Su tiempo sobre el hielo es de menos minutos que en temporadas anteriores. Le toca el peso del brazalete, el de servir de guía a los más jóvenes, porque este Jaca cuenta, también, con varios jugadores que tienen toda una carrera por delante con el stick y la pastilla.
Al capitán le cuesta recordar con exactitud desde cuando es el jefe, después del entrenador, sobre el hielo. Lleva 23 defendiendo el escudo del equipo y calcula que son 9 con el brazalete. Debutó un abril de 2000. Y desde entonces las ha visto de todos los colores. Por eso, cuando se le pregunta por las posibilidades de dar la vuelta la eliminatoria responde din duda alguna: “Se puede clarísimamente”. Y ¿por qué ese 0-2? También tiene clara la respuesta: “Nos pilló por sorpresa el nivel de Majadahonda”. Y luego lo matiza. Majadahonda y CH Jaca se cruzaron hace apenas dos meses sobre el hielo madrileño y los altoaragoneses ganaron 0-3. Tampoco esconde que igual el equipo pecó de cierta confianza. Ni que decir tiene que el técnico Benoît Pourtanel les puso las pilas y en varios idiomas ya que es francés, pero en el vestuario se habla en inglés y ya sabe algo de español.
La fina línea de perder o ganar
El primer partido del play off empezó con el Jaca dominando para luego perder y el del domingo, el segundo, la derrota “fue en un partido bien perdido”. Le está costando, matiza, al CH Jaca mantener un ritmo constante. Le ha pasado en algún encuentro ponerse por delante y terminar sufriendo o perdiendo. No obstante, el capitán recuerda que “la línea de perder o ganar es muy fina” por lo que prefiere desterrar que los resultados finales sirvan para hacer análisis exactos de lo ocurrido sobre el hielo. Un rival que va uno o dos abajo en el marcador y quedan muy pocos minutos suele vaciar su portería para poner a un jugador más sobre la pista. la derivada es clara; ataca con uno más, pero sin portero. “Si le coges es fácil hacer gol y terminar un partido que iba ajustado con una diferencia más irreal de lo sucedido sobre el hielo”.
El CH Jaca tiene la primera misión de ganar el tercer partido para abrigar la esperanza de un cuarto y terminar la final en Jaca. Guillermo está convencido que se puede, no recuerda ni una ocasión de haber levantado un 0-2 de una eliminatoria y el reto le gusta. “Levantar este título de liga me hace más ilusión a que sea el décimo mío”, recalca. Además, la final CH Jaca Majadahonda es inédita en el histórico de la competición.