La cantera sigue en manos del Equipo La Tova-Asesoría Almudévar y de los junior del Turismo Villanúa. El cicloturismo sigue en máximos con pruebas tan importantes como la Quebrantahuesos y la Orbea Monegros. En la presente temporada se ha recuperado la Vuelta Aragón.
Mirado con la perspectiva que da el tiempo, parece como si hasta hace poco el tiempo se hubiera congelado para el ciclismo aragonés desde la retirada de nuestro más grande ciclista, Fernando Escartín, allá por aquel ya lejano 2002. Se fue el pelaire y no quedaba nada. Un enorme vacío que hasta estos últimos años no se ha ido llenando gracias a la dedicación y buen hacer de una generación de jóvenes que aún no sabemos cual es su techo, pero sea el que sea van a tenernos pegados a las pantallas durante las próximas temporadas.
Primero llegó el serrablés Jorge Arcas (Sabiñánigo, 1992). Magnífico rodador y sacrificado gregario que va por su tercera temporada en Movistar. Consolidado en la estructura del equipo de Eusebio Unzue fue la punta de lanza de lo que más tarde aterrizaría en la élite. Tan sólo hubo que esperar a este 2018 para que de repente y de una tacada tres ciclistas aragoneses alcanzaran el sueño del profesionalismo. Jaime Castrillo (Jaca, 1996) acompaña desde este año al serrablés en las filas del Movistar. Apuesta de futuro clara de la escuadra telefónica y criado en la inagotable cantera del Lizarte, el jacetano está llamado a darnos grandes tardes de ciclismo.
Sergio Samitier y Fernando Barceló son los otros aragoneses que han dado el salto. Ambos han debutado este año como profesionales de la mano del continental Euskadi-Murias, equipo que actualmente está disputando La Vuelta aunque sin los oscenses. Sergio Samitier (Barbastro, 1995) es un ciclista completo, de raza, que se desenvuelve bien cuesta arriba. Fue el primer aragonés en la reciente y recuperada Vuelta Aragón. Por su parte, Fernando Barceló (Huesca, 1996) representa al escalador puro, salvando las diferencias se podría decir que es una especie de Contador del Pirineo, tal y como ha demostrado recientemente con su enorme victoria en la novena etapa del Tour del Porvenir.
Es difícil y extremadamente arriesgado decir que el relevo está asegurado, o que más jóvenes ciclistas seguirán los pasos de estos cuatro pros en las próximas temporadas, pero hay cantera. Menos de la deseada o de lo que sería ideal a nivel de Aragón pero tenemos dos escuadras quie están trabajando muy bien la cantera pese a los escasos medios de los que disponen. Turismo Villanúa en juniors y La Tova-Asesoría Almudévar en sub 23 son actualmente las únicas plataformas de las que dispone el ciclismo aragonés, por lo que vendría bien un mayor apoyo tanto de las instituciones públicas como desde la iniciativa privada para que pudieran trabajar en mejores condiciones y tuvieran mejores recursos y así poder sacar más ciclistas aragoneses al pelotón internacional.
Pruebas con buena salud
En lo que a pruebas competitivas se refiere, Aragón puede poner buena cara hoy en día. Este 2018 ha sido el de la recuperación de la histórica Vuelta Aragón, cita que volvía al calendario UCI tras 11 años desaparecida. Lo hizo en mayo con tres etapas que recorrieron las tres provincias y con un final espectacular en el Ampriu, uno de los puertos más duros y espectaculares de la comunidad. Fue un éxito a todos los niveles por lo que ya se está trabajando en la próxima edición, la que servirá para consolidar la ronda aragonesa y poder mirar al futuro con optimismo y opciones de mejorarla aún más.
En cuanto al cicloturismo, Aragón está al nivel de las mejores regiones europeas. Dos pruebas tiran del carro. En Sabiñánigo la Quebrantahuesos y en Sariñena la Orbea Monegros. Qué decir de la primera, una de las cicloturistas más importantes del mundo que cada año logra reunir en la capital del Alto Gállego a más de 11.000 aficionados. La prueba monegrina es la reina del mountain bike, siendo la más numerosa del continente con unos 8.000 participantes que en cada edición agotan las plazas en tan sólo unas horas.
El éxito de estas citas genera también, a su nivel, el éxito en distintas cicloturistas que se disputan a lo largo y ancho de nuestra geografía. Puertos de la Ribagorza en Graus, Rompepiernas en Sos del Rey Católico o las turolenses de Cella y Sierra de Gúdar por poner algunos ejemplos de los más destacados.
En definitiva, de apasionante se puede tildar lo que está por venir en el ciclismo aragonés, algo que podrán seguir en SPORTARAGON.COM, su nuevo medio digital en el que poder seguir la actualidad de nuestro ciclismo. Sed bienvenidos.