ZARAGOZA | El Real Zaragoza tiene prevista mañana una reunión con su afición, a las 19:30 horas en la Sala Luis Galve del Auditorio. El clima vivido en el partido contra el Tenerife no ha deshecho una voluntad del club, en una medida muy americana, con más pose que fondo, que consistirá en acercar la institución a sus aficionados. Se espera también que la grada sea escuchada: que se atienda la inquietud y la voluntad de una hinchada que vive en un estado de desilusión permanente. En el evento participarán Fernando López, Miguel Ángel Ramírez y Lluís López. El evento tiene el sello del director general, más cómodo en las distancias cortas que ante los micrófonos, y podrán participar hasta 300 aficionados. Para acceder han solicitado una inscripción previa que se cerraba esta mañana a las 12:00 h.
Junto al director general estarán dos figuras controvertidas en este inicio de semana. Miguel Ángel Ramírez no ha empezado bien su camino en el Real Zaragoza, aferrado a un sistema impopular y con algunas contradicciones en su juego. Discutido antes del parto, no ha acertado en sus medidas iniciales ni le favorece el efecto de la primera impresión. Tampoco Lluis López quedó bien parado en el partido ni se lució en sus declaraciones. La mera mención a la afición era arriesgada y las palabras de Lluís no son propias de un capitán ejemplar. No hace falta recordar que Cristian Álvarez o Alberto Zapater han ocupado ese lugar en los últimos años para descubrir que el Zaragoza ha perdido valor también en ese puesto.
El evento llega en un momento inoportuno y si algo hay que aplaudir por encima de todas las cosas es que el Zaragoza haya decidido no posponerlo. La cumbre, llamada RZ Contigo, tendrá más episodios en el futuro. Llega ahora en un momento clave de la temporada, cuando el ambiente de La Romareda parece más viciado que nunca, con disparos hacia todos los frentes, con un curso que está cerca de torcerse. No se espera una tarde agradable para los representantes del Zaragoza, pero sí una oportunidad para que los aficionados trasladen sus inquietudes, quejas, ruegos y preguntas. El club pretende dar un salto a la modernidad, cuida la comunicación corporativa y quiere mostrar a la afición algunos de los avances de su proyecto. Mientras, descuida la última letra de sus siglas de la SAD y la parcela deportiva emite señales cada vez más preocupantes. El Real Zaragoza reconstruye su fachada, pero no puede evitar los incendios que llegan desde el césped.