ZARAGOZA – HUESCA | Los caminos del Real Zaragoza y la SD Huesca se cruzan en El Alcoraz, en un duelo de pura supervivencia en el derbi aragonés. La competición reúne a los dos equipos aragoneses, en el tramo final de la competición, a falta de seis jornadas para que suene la campana. Los dos luchan lejos del objetivo que les enfrentó hace cuatro temporadas, asomados al peligro, a un mundo ya de la Primera División. De aspirar a la máxima categoría a lucha por no bajar a Primera Federación, casi nada.
La lucha por la salvación del Huesca pareció intuirse en el inicio del verano, en uno de los cursos más complejos a nivel institucional de las últimas temporadas. Mayor es la decepción en Zaragoza. Juan Carlos Cordero proyectó un equipo que ilusionó en verano y que ha sido el mayor fracaso de los últimos inviernos. Tres entrenadores y una vuelta al origen, al lugar de los íconos, donde descansa ya Víctor Fernández.
El derbi aragonés en los banquillos
Hay quien piensa que el técnico del Barrio Óliver no es ya un entrenador de fútbol, pero sí el único capaz de sentarse en el banquillo de La Romareda. Su regreso calmó los ánimos, reunió de nuevo a la grada, pero el equipo sigue sin encontrar las victorias. Los números definen la caída de un grupo que no acumula victorias desde septiembre, que no gana a domicilio desde octubre y que solo suma 2 victorias en los últimos 11 encuentros.
De un héroe eterno en el Real Zaragoza a un de nueva cuña en el Huesca. Hidalgo ha salvado al Huesca en un momento crítico. Cuando llegó el catalán los oscenses llegaron a estar a cinco puntos de la permanencia. Un descenso podría haber acabado en desaparición viendo el devenir de los acontecimientos y la urgencia que acompaña a una venta del club. El preparador de Canovelles se ha metido al público de El Alcoraz en el banquillo a base de resultados, como logró en su racha de once partidos sin derrotas, la segunda mejor de la entidad en el fútbol profesional, que se cortó hace una semana.
Las principales armas en el Huesca y el Real Zaragoza
En los visitantes, Víctor ha descubierto que donde no alcanza el juego, sí que puede llegar el corazón. En esa idea se encaja Iván Azón mejor que nadie, que ha recuperado el gol que a otros les falta. Mientras Sinan Bakis ronda el año de sequía, el técnico se encomienda al canterano. Con Azón se repite una ley: siempre parece peor que el resto, hasta que el fútbol demuestra lo contrario. Unos metros por detrás, Francés porta la bandera del zaragocismo. Defensor moderno, ha cumplido también en la temporada sus sueños de delantero. Mientras su pareja de baile ha cambiado, él ha permanecido fijo, imperial, como el guardián de todos los candados. Y en el lugar de los deseos, aparece Maikel Mesa, camuflado en busca del gol. Autor de 9 tantos, su fútbol va y viene, pero su peligro siempre permanece. Al canario se le pide que sea el verso libre y el autor de todas las diferencias.
En el Huesca hay dos armas. La primera es la defensa. Hidalgo logró armar una férrea zaga y Álvaro ha cerrado su portería con solo 14 goles encajados en 25 partidos. El meta riojano es el gran beneficiado, que está revalorizándose de cara al próximo verano cuando abandonará libre el Huesca. En ataque, la principal arma está en el balón parado. 15 de los 30 goles han llegado gracias a la estrategia. La pizarra de Hidalgo es clave y los oscenses han sumado muchos puntos gracias a estas acciones tan decisivas en la categoría de plata. El mayor peligro del Huesca lo aportaría Valentín, pero llega tocado y su presencia es muy dudosa. Su sustituto será Obeng, toda una pesadilla para los foráneos, como demuestran sus cuatro goles en siete partidos al Real Zaragoza.
Posibles alineaciones
SD Huesca: Álvaro; Nieto, Loureiro, Blasco, Pulido, Vilarrasa; Sielva, Hashimoto, Javi Martínez; Obeng y Elady
Real Zaragoza: Edgar Badía; Mouriño, Francés, Jair, Lecoeuche; Toni Moya, Marc Aguado, Fran Gámez,Valera, Maikel Mesa e Iván Azón