Incredulidad en la afición azulgrana que ha visto como el ex jugador de la SD Huesca, Borja García, dejaba claro su escaso compromiso con el equipo durante su estancia en el Alto Aragón. Refiriéndose deportivamente a la ciudad y al club como “allí”, el centrocampista ha puesto por las nubes a su nuevo club y ha enterrado al conjunto oscense.
“Es como si nunca me hubiese ido, como si viniese de unas vacaciones largas”, comenzaba diciendo el madrileño tras pasar una temporada siendo una de las fichas más altas de toda la plantilla. “Me fui en un momento muy duro y creía que necesitaba un cambio de aires, pero mi cabeza siempre ha estado aquí”, añadía.
Rubén García admitió que el jugador lo había pasado mal con la llegada de Pacheta, entrenador que le eliminó por completo del mapa. Sin embargo, en la presentación de hoy como nuevo jugador del Girona, ha reconocido que intentó marcharse ya en el mercado invernal -cuando el entrenador burgalés apenas llevaba tiempo en el banquillo azulgrana-. El movimiento no se pudo realizar porque era “inviable”.
Ahora, todo ha sido diferente: “Cuando se ha dado esta oportunidad, no me lo pensé y puse todo de mi parte para venir. He vivido momentos maravillosos, la ciudad y la gente me ha hecho sentir como en casa. Sentirme así de feliz está por encima del dinero“.
Al menos, Borja García se ha reservado unas palabras de agradecimiento hacia esa ciudad donde ha pasado el periodo vacacional: “En el Huesca, la gente se ha portado bien conmigo y Rubén también. Ha sido sincero en todo momento y eso es de agradecer. Pero yo les dije dónde quería estar y me he esforzado mucho para conseguirlo”.