El Real Zaragoza se mide al Burgos en busca de un triunfo que calme sus miedos. El Plantío vuelve a ser el escenario de las sentencias, el día en el que se descubren las verdades. Fran Escribá no estará en el banquillo, sancionado por el comité de competición con carácter retroactivo. Y enfrente del Real Zaragoza aparece la gran revelación de la categoría: el Burgos de Julián Calero. Con espíritu humilde, pero un engranaje colectivo casi perfecto. Cuando el partido lo requiere, el Burgos es una empalizada, un obstáculo perpetuo. Se comporta siempre como un acordeón, como si todas las piezas estuvieran coordinadas y se hubieran construido al mismo tiempo.
El equipo de Julián Calero es el gran acontecimiento de la categoría. Capaz de sorprender a los gigantes, su fútbol se entiende mejor a través de la inteligencia coral y del discurso de su técnico. La distinción entre jugar bien y jugar bonito fue un fenómeno viral, un modelo perfecto para la comprensión de esta categoría. Calero sabe exprimir los recursos de su plantilla, acercar la victoria a través de un fútbol solidario y práctico. El resultado está a la vista de todos: segundos en la clasificación, con 4 goles encajados, muy cerca de todos los récords. Y todo con una identidad propia: a través de un fútbol bueno, más barato que bonito.
El Plantío (Año II)
El Real Zaragoza llegó el curso pasado a El Plantío en una situación límite, al borde de los mismos puestos de descenso que ahora le vuelven a acechar. Entonces el Burgos era un equipo simpático, no el rival que nadie quiere tener enfrente. La llegada de Fran Escribá mejoró el fútbol ante el Málaga, pero siguen vigentes algunos resultados. Con un esquema más natural, Mollejo seguirá compartiendo el frente de ataque con Giuliano Simeone. El argentino recobró la pista del gol frente al Málaga y volverá a intentarlo siempre, entre otras cosas porque ese es el mejor resumen de su fútbol. Bermejo buscará la luz en línea de tres cuartos y Jaume Grau será el punto de partida en la creación del juego. En defensa, hay dos dudas más: ¿tendrá Marcos Luna su oportunidad en el carril? ¿Seguirá siendo Francés suplente?
Escribá jugó al despiste en otra de sus encrucijadas y está por ver si Dani Rebollo tiene sitio en una portería en la que Ratón nunca acaba de asentarse. En el otro lado del espejo estará un Burgos cada vez más fiable, sólido a través de una línea de tres centrales. En ataque, aparece el talento de Curro Sánchez o la movilidad de Bermejo, mientras Valcarce desequilibra por el costado o Raúl Navarro ejerce un liderazgo silencioso.
El Plantío será el escenario de una de esas batallas estratégicas que definen las temporadas. La gran sensación del curso recibe a un Zaragoza que quiere escaparse de todas las decepciones. El reflejo definitivo llegará tras el encuentro. No ganar acercaría al equipo aragonés al precipicio y aceleraría una revolución silenciosa en las puertas del mercado invernal. Vencer serviría para espantar los miedos y las sanciones.
Alineaciones probables:
Burgos: Caro; Borja González, Córdoba, Elgezabal, Fran García; Atienza, Raúl Navarro, Curro, Gaspar Campos, Álex Bermejo y Mourad.
Real Zaragoza: Rebollo; Marcos Luna, Lluís López, Jair, Fuentes; Zapater, Jaume Grau, Bermejo, Vada; Mollejo y Giuliano Simeone.