El Huesca cosechó su cuarto triunfo seguido y lo hizo modificando su esquema. Ante la ausencia de Sastre, Moi Gómez actuó en el centro del campo y con el paso de los minutos los azulgranas dibujaron un 4-2-3-1 en el que el alicantino formaba por delante de Aguilera y Melero.
A los de Rubi se les resistió la finura del último pase, donde fueron certeros en la segunda mitad gracias a la precisión y al manejo que ostenta el propio Moi con el balón con los dos pies.
En ventaja, Luso formó junto a Melero en la medular, con Aguilera por detrás de ambos, y Rulo protegió el costado izquierdo colocándose por delante de Brezancic.