El CD Ebro se considera gravemente afectado por el arbitraje sufrido en su encuentro ante el Atlético Baleares. Desde el conjunto arlequinado reconocen que su trayectoria deportiva no está siendo buena, especialmente en casa donde aún no han ganado ni un partido esta temporada. Pero sumado a ello, consideran que ante el Atlético Baleares han tenido que luchar también con factores que sobrepasan lo deportivo.
El Ebro jugó gran parte de este encuentro con un futbolista menos tras la expulsión por doble amarilla de Liñán. Los zaragozanos consideran que las faltas del equipo contrario habían sido mucho más claras y directas. Además, se pitó un penalti en contra del Ebro precedido de una falta sobre los zaragozanos no señalada. Por ello, el míster del conjunto de La Almozara considera el arbitraje de Sergi Carrero Romera, del comité catalán, como “impresionante”, calificándolo irónicamente como “un show muy divertido que se ha visto hoy aquí”.
Para Manolo González “se ha puesto todo en contra, peor no se pueden dar las cosas. Bastante han hecho los chicos dejándose la piel”. El técnico considera que los árbitros “no se dan cuenta de que juegan con el futuro de la gente. Les da igual. Ellos pitan, cobran y se van a su casa. Están jugando con el futuro de las personas. A veces tienes que tener la cabeza en el sitio, pero jugando lo que me estoy jugando yo en este caso, es complicado”.
“La coincidencia es que son dos árbitros catalanes”
A Manolo González le resulta complicado encontrar una explicación para el arbitraje que ha sufrido su equipo ante el Atlético Baleares, pero a ello hay que añadir que el Ebro tampoco terminó nada satisfecho con el colegiado de la jornada anterior en Valencia: “Son cosas que parecen hechas aposta. La coincidencia más grande es que son dos árbitros catalanes. Es lo que más me preocupa. No sé si es que les caigo mal de los años que he estado ahí. Igual les caigo de puta pena. Se podían haber cargado mi futuro perfectamente. Están jugando con el futuro de la gente y se lo pasan por el forro. Me cuesta mucho aguantarme lo que tengo que decir. No puedo hacer otra cosa que trabajar e intentar levantarnos”.
Hablando de jugadas concretas, González considera que “el penalti viene precedido de una falta muy clara que no pitan. Se cargan a Liñán con dos faltas, pero lo que no entiendo son los criterios, no sé cuales son para unos y otros”. Por ello, los jugadores han terminado el partido “muy tocados. Los chicos están fastidiados. Estoy alucinando porque lo de este año no me lo he encontrado nunca como entrenador”.
Sobre su futuro ante los malos resultados del CD Ebro, González asegura que “he vivido situaciones más complejas que esta y al final las sacamos adelante, pero entiendo que yo tengo un discurso y la gente puede estar de mi hasta los cojones. Al final la realidad es que no ganas y la preocupación esta ahí. La mía, la primera. Me juego mucho”.