HUESCA | Antonio Hidalgo ha cambiado al Huesca en un mes. El técnico catalán ha levantado a un equipo que estaba en caída libre. Cambio de sistema, de modelo de juego y apuesta decidida por un núcleo duro de sus jugadores. El preparador de Granollers acumula tres empates, una victoria y una derrota en liga, más una victoria en la Copa del Rey. Con todo esto también ha frenado la crisis social y El Alcoraz vistió sus mejores galas en el partido frente al Espanyol.
Hidalgo vino con un sistema en la cabeza que está desarrollando sobre el terreno de juego. Parecía imposible que los jugadores que estaban a las órdenes de Ziganda fueran capaces de hilvanar cinco pases, pero el catalán ha cambiado el chip a su plantilla. El dibujo inicial es el 5-3-2, pero muta en ataque y en defensa. Juanjo Nieto pasa de tercer central a interior dependiendo de la fase del partido que afronte el equipo y con ese movimiento ha conseguido abrir huecos a la nueva estrella del Huesca: Gerard Valentín.
El extremo catalán ha encontrado su mejor versión y es capaz de encarar una y otra vez a su rival. El entrenador ha querido darle galones a su futbolista más desequilibrante y ha encontrado al jugador que enamoró durante la pasada temporada a El Alcoraz en el primer tercio de la competición. Los compañeros buscan a Valentín en diferentes posiciones y el jugador se ve con confianza como para desequilibrar a cualquier zaguero de la categoría.
Hidalgo tiene un núcleo duro en el Huesca
Además, Hidalgo ya tiene a su equipo base y evita las rotaciones continuas de Ziganda. Álvaro, Valentín, Nieto, Pulido, Blasco, Loureiro, Sielva, Javi Martínez y Obeng son titulares indiscutibles. El entrenador solo tiene dos dudas de cara al derbi aragonés del próximo sábado. Hashimoto o Mier y Joaquín o Hugo Vallejo son las alternativas. Los cambios y rotaciones han pasado a la historia y el técnico ha encontrado un núcleo duro sobre el que quiere crecer el equipo.
Álvaro, Valentín, Nieto, Pulido, Blasco, Loureiro, Sielva, Javi Martínez y Obeng titulares siempre con Ziganda cuando no estaban lesionados.