ZARAGOZA | Catorce años han pasado desde la última vez que el Sporting de Gijón salió victorioso de La Romareda. La historia juega a favor del Real Zaragoza, pero el presente es bien distinto. Miguel Ángel Ramírez (MAR) está contra las cuerdas tras el ultimátum de la directiva, que exige dos victorias consecutivas para frenar la crisis. A solo cuatro puntos del descenso, los resultados recientes no ayudan, tampoco el juego, pero en casa, ante un rival que no gana en este estadio desde 2010, los maños tenían la oportunidad de romper su mala racha y lograr su primera victoria en cuatro jornadas. Dejaron escapar dos puntos en el descuento. Soberón adelantó a los blanquillos con un gran gol, pero el equipo se desconectó en el tramo final y Dubasin empató en el 91’. Otro castigo a una temporada llena de frustraciones.
El Real Zaragoza saltó al campo con la misma alineación que ante el Granada, con la única novedad del regreso de Dani Gómez en la delantera y la merecida titularidad de Pau Sans en la banda derecha. A pesar de la necesidad imperiosa de ganar, Miguel Ángel Ramírez optó por la prudencia y evitó cambios drásticos, consciente de la fragilidad del equipo en La Romareda, donde es el tercer peor local de LaLiga. Sonó el silbato del árbitro y el balón comenzó a rodar con el Sporting al mando. El conjunto asturiano salió con determinación y generó la primera ocasión del encuentro con un remate directo a portería, que Jair despejó con solvencia.
La posesión se repartió entre ambos equipos. Los maños buscaron las llegadas por dentro con buenas triangulaciones y mucha movilidad. Francho, enérgico; Pau, dando amplitud; y Soberón, ofreciendo apoyo, aunque, una vez más, con dificultades para conectar el pase de la muerte. En defensa, Jair y Arriaga al corte frente a Caicedo, que buscó en todo momento el pase al hueco. Pasado el ecuador de la primera mitad, el Zaragoza se afianzó en la posesión, obligando a los rojiblancos a retrasar su línea defensiva. Fruto de ese dominio, Calero filtró un pase preciso por el centro para Pau, que, tras un gran control orientado, dejó atrás a ambos centrales y se plantó solo ante Yáñez. El guardameta, en una acción heroica, logró despejar con la manopla un balón que parecía imposible de detener.
Se pidió la segunda amarilla para Caicedo tras una dura entrada a Francho, pero el árbitro decidió mostrarle roja al segundo de MAR. A raíz de la expulsión, el Sporting aprovechó para atacar con más intensidad. Femenías sostuvo al equipo con dos paradas de reflejos. Sin reacción inmediata, el equipo siguió sufriendo y solo la estirada del guardameta, desviando lo justo un disparo de Nacho Méndez contra el palo, evitó el desastre.
Era momento de espabilar y todo pasó por recuperar el control del partido. Liso comenzó a aparecer por la izquierda, generando más juego ofensivo. Gómez logró rematar en el centro del área, aunque su disparo, demasiado centrado, fue atrapado sin problemas por Yáñez. Poco después, Francho encontró un balón suelto en la frontal, pero su remate, una vez más, se topó con el portero rival. Los jugadores se marcharon al vestuario bajo los silbidos de los aficionados, el hartazgo ante un equipo sin claridad ni contundencia, que volvió a dejar más dudas que certezas en la primera mitad.
Segunda parte del Real Zaragoza ( 1-1 ) Sporting de Gijón
Entre pitos y flautas, ambos equipos regresaron al campo para la segunda mitad. Esta vez, el Zaragoza salió con más decisión. Adrián Liso probó suerte desde segunda línea tras un buen avance de Tasende por la izquierda, pero su remate se marchó ligeramente desviado. No tardó en tener otra oportunidad, aunque esta vez se topó, nuevamente, con las manos de un Yáñez soberbio durante todo el encuentro.
El Zaragoza presionó, combinó y se hizo merecedor del gol. Y cuando más lo necesitaba, apareció Soberón. Recibió un pase de un Tasende imperial, aguantó la marca, se giró y soltó un zapatazo directo al fondo de la red. ¿Quién sino? Soberón, que, pese a haber disputado solo catorce encuentros por lesión, volvió a vestirse de salvador. Tocó verde y, con su tanto, honró su rol de pichichi para dar aire a los suyos (50’).
El Sporting no decayó y buscó el empate, pero la zaga zaragocista aguantó firme, aislando el peligro en cada intento visitante. La Romareda se puso en pie para despedir a Soberón, que dejó su lugar a Bazdar tras un esfuerzo incansable. Los asturianos comenzaron a volcar su juego por las bandas, especialmente por la de Calero, que respondió con solvencia en la marca. Sin embargo, estar bajo constante presión nunca es buena señal, y pronto llegó el primer gran susto de la segunda parte. Un córner al segundo palo terminó con el gol de Dubasin, pero la acción fue invalidada por falta en el marcaje. Alivio momentáneo para un Zaragoza que seguía sin poder respirar tranquilo.
Dani volvió a tenerla bajo sus pies tras un buen pase del recién incorporado Bazdar, pero una vez más se topó con un Yáñez imparable. Al guardameta del Sporting le faltó detener el balón con la cara, atajando cada intento de los locales con una seguridad desquiciante. El equipo se anticipó bien a cada jugada en contra, con un Jair gigante en defensa, pero ofensivamente fue perdiendo presencia. El desgaste comenzó a notarse, y en el centro del campo los errores se acumularon más de lo habitual, que ya es mucho decir. Se hacía evidente la necesidad de refrescar la medular si el equipo quería mantener el control hasta el final.
El Zaragoza sufrió en el tramo final del partido, resistiendo a base de amonestaciones, pero no fue suficiente. La monumental desconexión en los minutos decisivos le dio a Dubasin la oportunidad de probar suerte dentro del área, sin marca alguna, para reventarla a la escuadra (91′).
Desconexión porque Bazdar pudo sentenciar el partido y decidió ser egoísta. Desconexión por el desgaste físico de los mediocampistas, que no pudieron sostener el ritmo. Desconexión porque los únicos que realmente parecieron futbolistas fueron los defensas. Desconexión porque, una vez más, cuando todo parecía controlado, el equipo decidió tirar una jornada al traste y seguir sufriendo en LaLiga. Y así, sin más, terminó el partido: con el Zaragoza como único responsable del resultado.
Ficha técnica
Real Zaragoza: Joan Femenías; Calero, Kervin Arriaga, Jair Amador, Tasende (Jaime Vallejo, 82′); Adrián Liso (Adu Ares, 81′), Keidi Bare, Francho Serrano (C),Pau Sans (Ager Aketxe, 71′); Dani Gómez (Alberto Marí, 82′), Mario Soberón (Samed Bazdar, 62′).
Sporting de Gijón: Rubén Yáñez; Kevin Vázquez (Pablo García, 56′), Róber Pier, Diego Sánchez; Rosas, Ignacio Martín, Ignacio Méndez (C), Serrano (Gaspar Campos, 68′); Gelabert (Dotor, 73′), Jordy Caicedo (Víctor Campuzano, 56′), Dubasín.
Goles: Mario Soberón (50′), Jonathan Dubasín (91′)
Árbitro: Eder Mallo Fernández; Mario Soberón (Amarilla, 18′), Jordy Caicedo (Amarilla, 20′), Nacho Martín (Amarilla, 69′), Jair Amador (Amarilla, 85′), Iván Calero (Amarilla, 87´), Adu Ares (Amarilla, 93′)
No os acordáis de la cagada de Bazdar no dándole e.l pase de gol a Adu Ares,pudo ser la victoria y de eso pasamos al empate. Estoy acojonado de esta manera nos vamos a primera federación,ah y enhorabuena al huesca estos si están trabajando bien