El 15 de enero se hacía oficial la llegada del central Mathieu Peybernes al Real Zaragoza. El defensa era la apuesta de la dirección deportiva para reforzar el centro de la zaga. La falta de gol zaragocista es manifiesta y ante ello, dejar la portería a cero es la única vía para que el equipo pueda sumar.
Con la mala trayectoria del Real Zaragoza esta temporada, es lógico pensar que cualquier jugador que pudiera llegar lo hacía para mejorar lo que hasta ese momento había en el equipo, sumar minutos y arrebatarle la titularidad a los jugadores que habían convertido al conjunto blanquillo en uno de los peores de La Liga Smartbank.
Sin embargo, no ha sido así. Peybernes no ha tenido la oportunidad en Zaragoza de demostrar su valía. JIM solo le ha permitido saltar al terreno de juego durante tres minutos en dos partidos diferentes, ante la Ponferradina y ante el Málaga. Una aportación meramente testimonial que es muy diferente de lo que se esperaba cuando la dirección deportiva cerró esta incorporación.
Peybernes llegaba para jugar
El central francés era el objetivo en defensa de la mitad de los equipos de la Segunda División en el pasado mercado de invierno. Un jugador con cartel, tanto en España como en el extranjero, que aporta seguridad, liderazgo y altura, algo de lo que precisamente no está muy sobrado el Real Zaragoza.
La pasada campaña, durante su cesión al Lugo, fue uno de los mejores centrales de la categoría. De hecho, la afición del Lugo le otorgó el título de “mejor jugador de la temporada” en el equipo gallego. Ello hizo que clubes como el Celta o el Getafe se interesasen por él.
Miguel Torrecilla definía a Peybernes como “un jugador fuerte y potente en el juego aéreo, bueno en el uno contra uno y con liderazgo, tanto en el vestuario como en el terreno de juego”. Sus características, descritas por el propio director deportivo zaragocista, parecen las idóneas para solucionar los problemas de defensa a balón parado y juego aéreo que tiene el Real Zaragoza. El propio Torrecilla ya confió en Peybernes en el Sporting y ahora lo hace en el Zaragoza pero entonces, ¿por qué JIM no cuenta con él?
Peybernes ha venido para jugar y se ha encontrado con menos participación de la que tenía en el Almería donde sumó más de 200 minutos con dos partidos como titular. “Me gusta jugar y en Almería lo estaba haciendo muy poco“, decía el jugador en su presentación. Su objetivo estaba claro: tener minutos en el Zaragoza. La ilusión del futbolista, reflejada en esas palabras, no se ha podido plasmar sobre el campo debido a la falta de oportunidades.
Tres centrales, la solución para JIM y Peybernes
Actualmente, el Real Zaragoza ha vuelto a caer en picado en su rendimiento. El “efecto JIM” de las primeras semanas se ha evaporado y ahora, el equipo lleva cuatro partidos consecutivos encajando gol con fallos tanto colectivos como individuales. En los últimos seis encuentros, solo ha sido capaz de dejar la portería a cero ante la Ponferradina.
Jair ha cuajado buenas actuaciones, pero su falta de entendimiento con Cristian por alto se ha puesto de manifiesto en los dos últimos encuentros. A Francés, nada se le puede reprochar. Está haciendo un papel más que digno para un jugador de su edad. Tiene puntos por desarrollar, es evidente, como la salida de balón y ahí, un jugador veterano a su lado podría ser la clave para ayudarle a mejorar.
La mezcla de juventud y veteranía, tanto en el césped como en el vestuario, ha sido en muchas ocasiones la fórmula del éxito. Ante ello, y teniendo en cuenta que el Zaragoza es incapaz de marcar gol, ahora es primordial dejar la portería a cero para poder sumar y escapar de la zona baja de la tabla. La jerarquía de Peybernes en defensa y su experiencia ante situaciones de presión, ya vividas por ejemplo en el Lugo, pueden ser una posible solución al mal bagaje defensivo de las últimas jornadas. La defensa de tres centrales se alza como una oportunidad de oro para la supervivencia.